marzo 2014

Suárez ha muerto. El Rey sigue vivo

Suárez y el Rey
Un periódico de tirada nacional editorializaba el martes pasado sobre el presidente Suárez, afirmando que las largas colas de ciudadanos ante el Congreso de los Diputados, para despedirle, significaban el deseo del pueblo español de que la política de hoy se pareciera a la de Adolfo Suárez en la transición de la dictadura a la democracia. No sé si extrapolando se podría llegar a la conclusión de que las largas colas de los súbditos de 1975 ante el cadáver de Franco significaban el deseo de que los españoles siguiéramos siendo súbditos en lugar de ciudadanos.

Entrevista en Europa Press: Ibarra destaca el «consenso» introducido por un Suárez «valiente» del que hoy se debería «tomar clase»

El exjefe del Ejecutivo de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha destacado el «consenso» introducido durante su mandato por el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, de quien de su «ejemplo» de «hombre valiente» a su juicio debería «tomar clase particular» la España actual.

¿Qué les han hecho las mujeres?

Yo no sé si al final, nuestros hijos vivirán peor que nosotros, lo que no dejaría de ser el fracaso de nuestras vidas; lo que sí parece seguro, si triunfa el anteproyecto de Gallardón, es que nuestras hijas vivirán como sus abuelas en lo que respecta a su libertad.  Había parecido que el castigo bíblico hacía las mujeres había pasado a mejor vida, pero Gallardón y Rajoy han vuelto a condenarlas sin que se sepa muy bien las razones de tanta inquina. Mucha más indignación provocó en los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad el hecho de que los gays pudieran casarse con los mismos derechos que los heterosexuales y, sin embargo, este gobierno, afortunadamente, ha decidido no dar satisfacción a su electorado más conservador modificando esa normativa. ¿Por qué tienen que volver a pagar las mujeres el ansia electoral del PP? ¿Qué les han hecho las mujeres a Rajoy y a Gallardón? ¿Cuántas facturas más tendrán que pagar las mujeres españolas para ser libres de una vez?

 

No sabemos nada

Como en 1977, hay que forjar un consenso político para acabar con la incertidumbre

¡Qué tiempos aquellos donde el presente y el futuro estaban más o menos cantados! Salimos de una dictadura, y la democracia de corte occidental, con sus pros y sus contras, hacía acto de presencia en la vida de los españoles con la intención de quedarse para muchos años. Una Constitución apoyada masivamente por los ciudadanos nació un 6 de diciembre de 1978 con la idea de permanecer por muchos años. Esa Constitución garantizaba la existencia del pluralismo ideológico y levantaba el freno de mano que el franquismo había puesto en el reconocimiento de la diversidad y de los hechos diferenciales de nuestro país. El centralismo político y administrativo dio paso a un Estado descentralizado que repartía el poder donde la suma no era nunca cero. Todo ello bajo la capa de una Monarquía parlamentaria, donde la soberanía residía en el conjunto de los ciudadanos y encarnado el Estado por el Rey. Los Pactos de la Moncloa aseguraban un futuro de crecimiento económico y un desarrollo equilibrado de España que se vio reforzado por la entrada de España en la entonces Comunidad Económica Europea. Los españoles confiábamos el Gobierno central a una de las dos grandes opciones políticas —centroizquierda y centroderecha— sabiendo que cuando fallara una, ahí estaba la otra para conducir el destino de los españoles. Más o menos, el presente estaba garantizado y el futuro asegurado.

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