marzo 2015

Las dos varas de medir

La candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (Efe)

Durante años hemos tenido que escuchar que la democracia consiste en la alternancia en el gobierno. Ese eslogan siempre aparecía en los procesos electorales y venía a cuento porque quienes así opinaban consideraban que, tanto en Extremadura como en Castilla-La Mancha como en Andalucía, esa máxima no se estaba cumpliendo debido a la larga permanencia de los socialistas en el gobierno de dichas comunidades autónomas y que, por lo tanto, en ninguna de esas comunidades existía la democracia.

¡Ganó el viejo!

Manuela Carmena, candidata en las primarias de Ahora Madrid para la alcaldía de la capital. (Efe)

Si hoy viviera Hesíodo, poeta de la Antigua Grecia, y mirara las listas electorales que los diferentes partidos preparan para Madrid, no repetiría la siguiente frase a él atribuida: “Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible.” Si esa siguiera siendo su equivocada opinión sobre la juventud de hoy, podría manifestar su temor si se refiriera a circunscripciones electorales diferentes de la madrileña.

3+2 ≠ 4+1

Manifestación contra el '3+2' en Madrid. (Efe)

Hace dos semanas, el Consejo de Ministros aprobó un decreto que permitirá a las Universidades reducir la duración de los grados para adaptar las titulaciones al modelo 3+2, tres años de grado y dos de máster. Los dos únicos argumentos esgrimidos por el ministerio es que eso es lo que se hace en la mayor parte de los países que firmaron el Plan Bolonia y que a las familias les saldrá más barato una graduación de tres años que otra de cuatro. El primer argumento es cierto. Sólo España, junto con países de dimensiones muy inferiores de las españolas, tales como Kazajistán, Turquía o Chipre, mantiene el plan de cuatro años de graduación más uno de máster, sin que nunca se explicaran las razones por las que no se siguió el rumbo de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Dinamarca, Suecia, Holanda…, que lo redujeron a tres. Ahora el Ministerio cambia de opinión y, tal vez, hayamos mirado al dedo en lugar de a la luna.

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