Comprometerse o involucrarse
Fui uno de los que participaron en la comida que se organizó en Madrid, el pasado 28 de enero, por un nutrido grupo de socialistas. Algunos miraron con cierto respeto a los que allí nos reunimos, mientras que otros trataron de zaherirnos con el apelativo de viejos caducos. No merece la pena defenderse; ni siquiera mostrar la hoja de servicios prestados a España y al PSOE, porque eso sí sería considerado como muestra de vejez, al mismo tiempo que haría palidecer a algunos de los que pretenden faltarnos al respeto. Como mucho, los que estuvimos allí somos un espejo en el que algunos no quieren mirarse porque su imagen les resulta fea. Haber perdido siempre y mirarse en el espejo de alguien que siempre ganó no es un ejercicio recomendable.
…