octubre 2023

Referéndum

Reunión del Comité Federal del PSOE, este sábado en la sede de Ferraz, en Madrid. EFE/Kiko Huesca

Carles Puigdemont perdió un referéndum sobre las negociaciones con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, Secretario General socialista y candidato propuesto por el Rey y Jefe del Estado, Felipe VI. El referéndum era de tipo consultivo. Puigdemont no está obligado a hacer caso de lo que le han dicho sus votantes. El virrey de Waterloo tiene que elegir entre aceptar el resultado o seguir defendiendo la amnistía que le permitiría volver a España diciendo lo que dijeron sus colegas al salir de prisión por el indulto  concedido por el Gobierno de España: Lo volveremos a hacer.

Explicarlo

El dicho de “No corras que es peor” no se puede aplicar a Puigdemont. El que fue Presidente de Cataluña declaró la independencia y la desconexión de Cataluña de la Constitución y del Estatuto de Autonomía de ese territorio, se metió en el maletero de un coche y corrió que se las pelaba camino de Bruselas. Dejó a los pies de los caballos a quien entonces era su Vicepresidente, Oriol Junqueras, y demás separatistas que le acompañaron antes de que se diera el piro. Cobardía se llama la fuga de un fanfarrón venido a menos, que dejó compuestos y sin novios a quienes le aplaudieron y, posteriormente, le alquilaron una villa en Waterloo para que viviera como un Rey quien aspiraba a ser presidente de una República.

El bando de estorninos

Nunca jamás, a lo largo de sus 143 años de historia, el PSOE ha tenido el menor parecido al comportamiento de los estorninos; ya saben, ese bando de pájaros, de pequeño tamaño, que sincronizados vuelan y vuelan sin que se llegue a saber lo que pretenden cuando van en manada. Ni la Patrulla Águila de exhibición aérea de San Javier, Murcia, son capaces de perfeccionar esos vuelos con sus constantes cambios de dirección. Donde va uno van todos. Si el líder de la formación gira a la izquierda, la masa de estorninos gira a la izquierda como si en lugar de cientos fuera solo una masa volando al ritmo y velocidad que impone el primero. Constantemente giran y giran a derechas, a izquierda, para arriba, para abajo. Los científicos no han sido capaces de averiguar las razones de semejante gregarismo. Los más piensan que al tratarse de aves tan pequeñas deciden unirse en grupos enormes para despistar a las rapaces. Se sabe que si algún estornino gira en sentido contrario al del grupo, su muerte está anunciada.

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