“Un pasito pa’lante María. Un pasito pa’ atrás” dice la letra de una de las canciones del cantante Ricky Martin. La letra admite cambios según en la sociedad en la que se cante.
Las sociedades del norte de Europa eran el espejo en el que queríamos mirarnos los españoles nada más iniciada la transición de la dictadura a la democracia. Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Noruega eran ejemplos de sociedades avanzadas y muy liberales en conductas y en el ejercicio de derechos ciudadanos. Eran sociedades con un alto grado de civismo y de permisividad. Sin embargo, hoy, la canción de Martin debería cantarse de la siguiente manera: “Un pasito pa’lante María. Dos pasitos pa’atrás”. Cada vez más esas sociedades se han vuelto más conservadoras y en lugar de avanzar, retroceden perdiendo el prestigio que adquirieron en toda la segunda mitad del siglo XX.
Por el contrario, en España, la canción de marras se ha quedado anticuada. Aquí se debería entonar así: “Dos pasitos pa’lante María. Un pasito pa’atrás”. Y eso es así por la evolución positiva de la sociedad española que supera al retroceso en determinadas actitudes. Hace unos días, la prensa nacional e internacional se hacía eco de que un cura párroco de Don Benito (Badajoz) había sido detenido en su casa junto a su amante sentimental por vender algún tipo de sustancia prohibida en nuestro país. El escándalo no vino por el hecho de que un cura admita tranquilamente su convivencia con su pareja, en este caso, masculina. El escándalo ha sido por su condición de vendedor de droga. La sociedad española ha dejado atrás determinados prejuicios que hacían imposible que se admitiera que públicamente un cura de la religión católica estuviera amancebado y conviviendo con su amante. “Dos pasitos pa’lante María”.
Sin embargo, la sociedad española, y no sé si el resto de sociedades civilizadas, ha aceptado declaraciones políticas que hace unos años hubieran resultado inadmisibles. Que todo un presidente de Estados Unidos califique como un “loco hijo de puta” al presidente de Rusia, lejos de constituir un avance social es un retroceso en la educación de las sociedades occidentales. En otros tiempos, la respuesta del ofendido hubiera sido la exigencia de retirada del insulto o la declaración de guerra si se mantenía. O bien está loco Putin o el loco es Biden.
Dando por bueno ese lenguaje, el “pasito pa’atrás” es todo un símbolo de retroceso social.
Cómo hecho de menos el talante de D. Gregorio Peces Barba y su concepto se sociedad democrática , así como al Profesor Elias Díaz en su Estado de Derecho y Sociedad Democratica . Que perversión de esa sociedad que tanto soñamos