Si alguien cree que si consigue un número significativo de votos como para poder violar la Constitución, fundamentalmente en sus artículos uno y dos, sin que eso provoque disturbios y violencia, cuanto antes le vayamos quitando de la cabeza esa idea, mejor para todos. Si alguien piensa que con un sesenta por ciento de votos a favor de la independencia se puede violar la Constitución, que sepan que eso seguramente generará inestabilidad y generará violencia. Y la violencia que se genere será la consecuencia de aquellos responsables que quieren conseguir esos objetivos por la fuerza.
Se sale mejor del error que de la confusión. El error se puede corregir si se consigue saber dónde estaba la equivocación. Del desconcierto o de la confusión se sale difícilmente. Cuando se está confuso es casi imposible encontrar el mejor camino. Un niño perdido en una playa no acierta a salir de su desconcierto. Esa es la situación en la que viven los ciudadanos cuando nadie tiene la suficiente solvencia como para marcar el ritmo y la dirección correcta. En ese momento, muchos se encuentran solos sin saber hacia dónde caminar.
Esa confusión es la responsable de que triunfe cada vez más el discurso de la vuelta al centralismo. Como no se sabe el final de la descentralización, para algunos la confusión se disipa volviendo a lo conocido históricamente. Se necesita que alguien explique clara y contundentemente que el sistema autonómico ha resultado un milagro para muchas regiones que habían estado desasistidas, abandonadas, marginadas y explotadas humanamente por el poder central para beneficiar a otras. Tal vez, si la Constitución hubiera apostado solo por dos autonomías (la vasca y la catalana), se habría evitado el desmarque de los nacionalistas de esos territorios. El problema vasco y catalán habría bajado en decibelios porque la singularidad de Cataluña y el País Vasco habrían estado garantizadas. Acabar con un problema no excluía el mantenimiento de regiones que sin haberse constituidos en Comunidades Autónomas hubieran muerto por inanición.
¿El café para todos empujó a los nacionalistas a la independencia? ¿Café para dos hubiera aumentado la ruina y el fin de los que hubieran seguido dependiendo del poder central?
¿Piensen si estamos ante un error o ante una confusión?
Un error
Desgraciadamente , pienso y seguro que me equivoco, que no estamos en presencia ni de un error , ni de una confusión. Los que no desean cafe para todos no yerran ni andan confusos al desear para ellos cajas de Dom Perignon por encima de su buen cava Nut Brut Reserva organic de 2015 . Y no creo estar descaminado si digo que sienten indiferencia hacia el resto de los partícipes , importantandoles bien poco que tomen o café o no . El problema se agrava a mí entender , si se permite éste desmesurado e injusto reparto que atenta contra el orden Constitucional . Si, la injusticia genera violencia y la inobservancia de la Ley frustración . Por todo ello entiendo que no estamos en presencia ni de un error ni de una confusión o desorientación . Estamos ante un clamoroso intento de vulneración de la Ley y como decían en la Antigua Roma , Dura Lex sed Lex . Recuerdo la frase de JFK » los estadounidenses son libres de estar en desacuerdo con la Ley , pero no de desobedecerla «