LAS MAYORÍAS Y LO CIERTO

No siempre se lleva razón por el mero hecho de que la democracia funcione correctamente. ¿Qué pasaría si una familia, reunida alrededor de la mesa de la cena de Nochebuena, decidiera votar lo siguiente: «Las ángulas que nos estamos comiendo son las mejores que hemos cenado nunca»?. Votos a favor, 8; votos en contra, 1; abstenciones, 1; no votaron, 1. Se aprobó por mayoría cualificada lo de las angulas; el problema era que lo que se estaban comiendo eran gulas congeladas del Mercadona. La votación fue correcta; ganaron los de las angulas, pero el que votó en contra sabía lo que había comprado y donde.

¿Qué ocurriría en España si un parlamento autonómico sometiera a aprobación lo siguiente: «La Asamblea de la Comunidad Autónoma de Casteriona, somete a votación que los habitantes casterinenses son extraterrestres»? Votos a favor, 70; votos en contra, 5; abstenciones,3. Quedó aprobada por más de 2/3 la propuesta. Seguramente los próximos carnavales tendrían argumentos para incorporar a sus murgas y chirigotas, pero el resto del mundo ni se inmutaría.

Pues, eso, que se puede aprobar algo por una amplia mayoría y no ser cierto el hecho sometido a votación.

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