(…), PARADA DE BURRO MANCHEGO

Pablo Iglesias tomando posesión como Vicepresidente SegundoAún resuenan en nuestros oídos los eslóganes, frases y lemas que se repitieron con tanta frecuencia durante las semanas que duró la protesta que en mayo de 2011 se centró en Madrid y expandió su onda expansiva por casi todas las provincias españolas. Todos recordamos los gritos que saliendo de la garganta de miles de jóvenes – y no tan jóvenes-  decían «No nos representan»,  «PSOE y PP la misma mierda es», «Lo llaman democracia y no lo es», «Nuestros sueños no caben en vuestras urnas», “Entre capullos y gaviotas nos han tomado por idiotas», “¿Dónde está la izquierda? Al fondo a la derecha» o «Esto no es cuestión de izquierdas contra derechas, es una cuestión de lo de abajo contra los de arriba».

Según se cuenta, el movimiento 15M tuvo su reflejo político en un nuevo partido llamado Podemos, liderado por un politólogo, de nombre Pablo Iglesias, que tras una meteórica andadura, consiguió excelentes resultados electorales, hasta el punto de que algunos analistas aventuraron la posibilidad de que el recién nacido pudiera llegar a desplazar al veterano Partido socialista. No fue así, y del éxito inicial pasaron a un cierto fracaso en las últimas elecciones generales haciendo bueno, una vez más, el refrán que dice que “Arrancada de caballo andaluz, parada de burro manchego”.

Desde el primer momento sospeché que Pablo Iglesias era el resultado de un artificio  mediático y la excusa a la que se agarraban aquellos que, dotados de un complejo de superioridad, se consideraban integrantes de una izquierda fina, despótica e ilustrada a la que repugnaba el socialismo del PSOE, cuyos dirigentes y militantes no los aceptábamos como ídolos venerables. La realidad ha evidenciado que estamos ante una casta dispuesta a ocupar cargos institucionales siempre que no tengan que medir sus dotes y competir en una asamblea con la “chusma“ socialista. Y no me equivocaba en mi apreciación respecto al apetito de poder. Da grima ver cómo aceptan un cargo tras otro de manos de a quienes intentaron enterrar con descalificaciones y maledicencias.

Y tampoco erré en la valoración del líder de Podemos. Frente a aquellos que lo calificaban como inteligente y mejor dotado que el resto de dirigentes, yo mantenía mis dudas sobre sus capacidades y su valía política. No tengo empacho en reconocer que Pablo Iglesias ha conseguido eliminar a todo aquel que dentro de su área de influencia podía disputarle la primogenitura. Y que, además, con la ayuda de Alberto Garzón, ha hecho desaparecer al Partido Comunista de España y a Izquierda Unida. ¿Quién podía llegar a imaginar que un partido como el Comunista español pudiera desaparecer junto con su fotocopia -IU- por un precio tan barato como un Ministerio de Consumo? Los sucesivos resultados electorales de Unidas Podemos van poniendo de manifiesto la burbuja que envuelve a un líder de cartón piedra. Cada elección es un pinchazo que desinfla más y más la burbuja.

Resumiendo: Pablo Iglesias, junto con el movimiento 15M, consiguió que el PSOE perdiera las elecciones y fuera sustituido en el gobierno de España por el PP. Alejó, cuando no postergó, a los dirigentes de Podemos que pretendían un acercamiento con el único partido –PSOE- que podía volver a destronar a la derecha. Se cargó a partidos tan simbólicos como PCE e IU y, bajando espectacularmente en las elecciones generales de noviembre pasado, consiguió encaramarse al Gobierno de España, junto con miembros de su familia y de su entorno más cercano.

Ha resultado motivo de jolgorio lo declarado por Iglesias el pasado 22 de julio en el curso de verano de Podemos sobre Felipe González, del que ha dicho que “es un abierto opositor al ejecutivo que preside el Secretario General del PSOE”.  Y lo dice quien declaró que Podemos nació con la idea de desplazar y sustituir al PSOE en el espectro de la izquierda española. Felipe, como tantos socialistas, no debe tener dudas de que el siguiente plato que desea comerse el líder podemita es al partido socialista. La única forma que tiene de conseguirlo es incitando a los socialistas a adentrarse en el peligroso terreno de cuestionar la unidad de España. Morder la manzana prohibida del independentismo es el mayor pecado que pudiera cometer el gobierno socialista. Pablo Iglesias se la va a servir a Pedro Sánchez cada vez que pueda, sabiendo que el riesgo de salirse en una curva no será culpa del copiloto sino del que conduzca el coche por terrenos prohibidos.

Dicho todo lo anterior no me cuesta ningún esfuerzo salir en defensa del derecho que le asiste a Iglesias de ser como es y de pensar como piensa. No debe ser de buen cristiano eso que se dice del “ojo por ojo”. Quienes profesamos la fe en la democracia sabemos que la democracia es un sistema que permite la libertad de pensamiento y que todo el mundo tienen derecho a defender sus ideas en el seno de una sociedad articulada constitucionalmente; y por eso no apoyaremos jamás a quienes, víctimas de su odio, ni viven ni dejan vivir a quienes piensan de distinta forma a la forma de pensar de ellos. Que al Presidente de mi Comunidad Autónoma y a su familia le hayan puesto cerco a su vivienda durante largos días no me lleva a defender a quienes ahora ponen cerco a la vivienda de Pablo Iglesias y a su familia, porque yo soy demócrata y denuncio ese tipo de coacción venga de donde venga y porque así le damos una lección de convivencia a quienes antes de pasar a ser de la “casta” no la habían aprendido. Ni por razones políticas ni por odio se debe permitir que un ciudadano español vea limitada su libertad por culpa de otros ciudadanos.

 

1 comentario en “(…), PARADA DE BURRO MANCHEGO”

  1. De acuerdo con lo que dice, pero para ser coherente debiera preguntar a su actual secretario general que pinta pactando con ERC y PDCat……y Bildu!!!! El poder no puede justificar el medio para alcanzarlo!!!! Rodriguez Ibarra debiera haber sido una voz discrepante con Pedro Sanchez………. pero ha callado y así OTORGA!!!

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