Paradojas

Díaz asegura que en su reunión con el Papa «no hemos hablado de la amnistía», y ha repasado la lista de temas que se han tratado en el encuentro: «Desigualdad, igualdad, políticas públicas, economía social y solidaria”. Ese mismo día, las cámaras de televisión ofrecían imágenes sobre el desalojo de una anciana del piso que habitaba desde hacía 55 años por no haber pagado 88 euros.

Yolanda Díaz, con el Papa Francisco / Vatican Media

Resulta paradójico que la señora Díaz hablara con el Papa de igualdad mientras en el país del que ella es Vicepresidenta segunda se estaba cometiendo un acto cruel de desigualdad. Es paradójico que una mujer se vea con el representante máximo de una Iglesia que sigue con su política de menosprecio a las mujeres cuando hubiera tenido mejor cosa que hacer si hubiera visitado a la anciana desahuciada por 88 euros y haberlo impedido. A una comunista le hubiera sentado mejor la foto con la anciana vestida de negro que la sonrisa con otro anciano vestido de blanco.


La sequía no perdona. Comienza a cebarse con los territorios que están padeciéndola y que deja a sus ciudadanos sin poder usar un elemento tan imprescindible y necesario como es el agua. Uno de esos territorios es Cataluña. Su presidente, Pere Aragonès, ha dicho que ante este descalabro “espera la máxima colaboración del gobierno central”.  Resulta  paradójico que se recurra al gobierno de un Estado para que colabore en la asistencia cuando se necesita y se niegue a reconocer al Jefe de ese Estado. A partir del día en que llegue el primer barco-cisterna, procedente de Sagunto, cargado de agua, espero que los independentistas catalanes transforme su eslogan de la siguiente manera: “España nos roba, menos el agua”. No creo que haya un solo español que ponga en duda el hecho de que los catalanes tengan que cubrir sus carencias con la solidaridad del resto de españoles. En eso consiste el concepto de ciudadanía española. En eso consiste ser españoles de bien y no en tener que apoyar la ley de amnistía para recibir esa calificación de quien (Oriol Junqueras), por lo visto, sin sentirse español tiene la capacidad de definirnos y clasificarnos.

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