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El otoño de Gallardón

Ruiz-Gallardón, durante la rueda de prensa en la que anunció su dimisión como ministro y su retirada de la vida política (EFE)

Cuando el PP intentó congraciarse con los sectores más reaccionarios de su electorado, no tuvo mejor idea que tratar de derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, que devolvería a las mujeres españolas a las cavernas del franquismo y las convertiría en seres menores de edad sin capacidad de elección para ser o no ser madres. El PP, en el Gobierno, y con una mayoría aplastante en el parlamento, había hecho todos los rotos que imaginar pudiéramos en el Estado del Bienestar y en los bolsillos de los contribuyentes. …

Amandja (elconfidencial.com)

Fue una noche lluviosa. El viento soplaba rabioso arqueando todo arbusto que encontraba a su paso. En la isla San Marcos, el temporal era cosa habitual. El ministro Mellish llegó a su casa con el cuello de la gabardina levantado y el de la camisa enrojecido; su secretaria no había sido precavida y dejó en ella la marca de su pasión. Ya habían discutido sobre su barra de labios en otras ocasiones, pero después del viaje a Londres, Amandja, que así se llamaba su eficiente e íntima colaboradora, había decidido no cuidar esos detalles. En la capital británica, Amandja había interrumpido su gestación porque el ministro no quería que nada ni nadie echaran a perder su imagen de buen padre, buen marido y mejor católico. Si el ministro no quería ser señalado por ese ‘pequeño detalle’, ella se iba a encargar de marcarlo, cual borrego vacunado, en cada encuentro clandestino.

Terroristas, pero no demasiado (El Correo de Andalucía)

Terroristas, pero no demasiadoCreíamos que tras las torpezas de antes del verano, el Gobierno había recapacitado y que el señor Gallardón se había vuelto humano. Con frases como estas nos fuimos de vacaciones: “El aborto tiene poco que ver con ETA. Bueno, tiene algo que ver, pero, en fin, no demasiado” (martes 7/05/2013. Jorge Fernández, ministro del Interior). No sé si de verdad lo piensa el ministro o se trataba de una estrategia tendente a producir un miedo infinito entre las mujeres que se sientan en la necesidad de interrumpir su embarazo deseado o no. En cualquier caso no deja de ser una brutalidad que debería saldarse con algo más que el olvido. …

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