Convergencia Democratica de Catalunya (CDC)

Corrupción nacionalista catalana



La prensa privada y pública editada en Cataluña creó la famosa frase del “oasis catalán”. Por lo visto, mientras que en el resto de España la corrupción, la desvergüenza y la bronca constituían el santo y seña de la política española, en Cataluña reinaba la austeridad, la decencia y el entendimiento, el “oasis catalán”.

La bandera que les arropó

Todos los tesoreros vivos de Convergencia Democrática de Cataluña están imputados por corrupción estructural, es decir, por exigir y aceptar pagos al partido para dar concesiones públicas a empresas privadas. La sede central del partido está embargada por dichos hechos en procesos judiciales en curso, y el número de dirigentes de dicho partido imputados en el Sumario “del 3%” y otros casos judiciales en curso es amplísimo. Todo el mundo lo sabía; en Cataluña resultaba corriente la expresión: “el 3%”, cuando se trataba de hablar con la Generalitat. Todo el mundo lo sabía y, al igual que ha pasado con otras situaciones, todo el que lo sabía lo contaba sotto voce pero lo callaba públicamente.

Humildad fingida o el miedo guarda la viña

Artur Mas y Oriol Junqueras, en la firma del acuerdo para adelantar las elecciones al 27 de septiembre. (EFE)

Según se lee en la Biblia, los discípulos querían saber quién era el mayor en el reino de los cielos. Jesús puso a un niño en medio de ellos, diciendo: “Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mateo 18.4). Bien es cierto que junto a ese elogio de la humildad, San Pablo menciona en Colosenses (2.18) que “hay algo que parece ser la humildad, pero en verdad no lo es. Es la humildad fingida. Algunos, al darse cuenta de los méritos de la humildad, la codician por su excelencia o por la exaltación que buscan. Buscar la humildad por razones egoístas trae como resultado la humildad fingida”.

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