¡Y se creerán que no van a votar!

¡Y se creerán que no van a votar! / Rosell
¡Y se creerán que no van a votar! / Rosell

Sigo peleando contra la maldición que me persigue. Parece ser que por el hecho de haber dedicado buena parte de mi vida a la actividad política tengo la obligación de escuchar diariamente a los pelmas que se consideran con el derecho de «amenazarme» con la consabida frase de «…pues yo no voy a votar». Siento decepcionarles cuando les respondo con un encogimiento de hombros como dándoles a entender que a mí lo mismo me da. Ellos creen que no he entendido la amenaza y vuelven a la carga.

Si después de 41 años de democracia algunos no han llegado a comprender que la democracia no es un sistema político que sólo compete a los que se dedican activamente a la política, sino que es patrimonio de todos, independientemente de lo que les haya costado conseguirla, pienso que una breve explicación callejera o en la barra de un bar no va a disuadirles de su satisfactoria decisión.