Han pasado las elecciones que teníamos pendientes en el año de 2024. Las últimas, por el momento, han sido las europeas. Como siempre, todos los que se han presentado han celebrado su éxito. Que se sepa, solo ha habido una coalición o asociación de partidos que ha entonado el mea culpa.
Las generaciones de la primera mitad del siglo XX hicieron dos guerras mundiales o dos guerras civiles, como se quiera. Algunos dicen que la primera fue consecuencia del militarismo, del imperialismo, del nacionalismo, la política de alianzas. La segunda dicen que fue provocada por el colonialismo, los problemas étnicos, y la gran depresión. Resultados: murieron diez millones de personas y veinte millones fueron heridos o mutilados en esa primera guerra. Y en la segunda, más de cincuenta millones de muertos.
Aquí hay algunos que no ven al Putin asesino que vio Biden. Ellos ven bien el sillón ministerial y por eso defienden su estatus antes que su conciencia
Creo que el actual presidente de EEUU ganó las elecciones presidenciales por dos razones. La primera, porque tenía en frente a un candidato en ejercicio de presidente que hizo todo lo que pudo para perderlas. Su éxito anterior se basó en combatir con mentiras a su opositora, la senadora Hillary Clinton que, además de mujer, partía con la desventaja de ser la mujer del otrora presidente Bill Clinton. En EEUU se pudo comprobar que se tienen más posibilidades por ser negro que por ser mujer. Barak Obama, que no era blanco, consiguió la presidencia y la revalidó con un segundo mandato. Tal vez su política posibilitó que millones de norteamericanos se sintieran huérfanos de representación si no pertenecían a cualquiera de las muchas minorías en las que Obama segregó su discurso y su política. Gracias al discurso hacia las minorías, un populista como Donald Trumpconsiguió arrastrar el voto del americano medio que se consideraba solo americano sin marcas que lo distinguiera de sus compatriotas.
Todo son amenazas: superpoblación, el cambio climático, el desempleo, el terrorismo, la barbarie, la inmigración, la tecnología disruptiva, el coronavirus, Ucrania, Rusia
Las generaciones de la primera mitad del siglo XX hicieron dos guerras mundiales. En el periodo que fue de la primera a la segunda guerra mundial, las clases dominantes y las élites conservadoras de Europa, sobre todo de los países más importantes, tal vez asustadas por la radicalización que empezó a ver en la clase obrera, se alinearon con las nuevas fuerzas políticas ultraconservadoras, xenófobas, racistas y nacionalistas. Las instituciones liberales de gobierno entraron en barrena y la democracia se debilitó con el triunfo de dos totalitarismos: el comunismo y el fascismo.
Popularmente, las 300 regiones que conforman la Unión Europea se dividen en dos tipos: regiones objetivo 1 y demás regiones. A mí me gustaría más que Europa empezara a clasificar las regiones en carbonizadas y descarbonizadas. ¿Por qué? La política europea de los próximos años va a ser una política expansiva, en oposición a la que fue la política de 2008, pero con condiciones. Se financiarán inversiones por objetivos, tales como mejorar el aparato productivo, el cambio climático, la digitalización, etc. En definitiva, yo lo resumiría en dos clases de políticas: el Pacto Verde Europeo y la digitalización.