Felipe González

Respeto

La palabra respeto viene de respectus (mirar atrás, atención intensa, no perder de vista a uno tenerlo en especial consideración). Exactamente lo que no se está haciendo con la llamada “vieja guardia” del PSOE. En 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas después de la cruel dictadura franquista. El PSOE actual se presentó con sus siglas centenarias, pero le tuvo que añadir la letra r que iba entre paréntesis: PSOE (r) para diferenciarse del otro PSOE que también se presentó a las elecciones con la letra h entre paréntesis: PSOE (h). Uno, el renovado, liderado por Felipe González; otro, el histórico formado por los que decidieron ignorar el resultado del Congreso de Suresnes y que fueron inscritos por el gobierno de Suárez en el registro de partidos políticos. Los renovados miramos hacia atrás y tratamos con enorme respeto a los compañeros de Llopis. Jamás se nos ocurrió calificarlos de fascistas o de que trataban de hacerle el juego a Suárez.

La farola apagada

Pasó el 28 de octubre de este año de 2023. Ese día se cumplieron cuarenta y un años de la impresionante victoria del PSOE en las elecciones generales de 1982. Doscientos dos diputados resultaron elegidos por la ciudadanía en las distintas provincias españolas. Cuando el método de recuento de papeletas no era tan sofisticado como lo es actualmente, el entonces Ministro del Interior, encargado de anunciar el resultado de esas elecciones, atribuyó a eso de las dos o tres de la madrugada la cifra de 201 diputados para el PSOE. El responsable de la campaña electoral socialista y dirigente del PSOE, Alfonso Guerra, compareció inmediatamente para afirmar que el resultado era el que él había comunicado (202 diputados). “Mañana aparecerá el que falta” afirmó rotundo. Y, efectivamente, al día siguiente el Ministerio del Interior tuvo que rectificar sus datos y aceptar los de Guerra.

No comparen, por favor

No comparen, por favor / Rosell

Hemos pasado de los de la “vieja guardia” a los “históricos” del PSOE. Tal vez lo de “guardia” podría conferir una cierta autoridad in vigilando que nos posibilitaba censurar determinados comportamientos en el seno del PSOE. Ahora somos “los históricos”. Ese calificativo ya no confiere autoridad sino alejamiento de la realidad actual. Nuestras opiniones sobre el socialismo son tomadas como antiguallas alejadas del mundo moderno. Lo de “histórico” no tiene mucho que ver con la edad sino con la experiencia. Los hay dentro del Partido Socialista con edades similares a las que tenemos muchos de los “históricos”, que no gozan de esa cualificación. Sencillamente no estuvieron cuando había que estar. Estaban en otros menesteres.

¿Investiduras?

Pedro Sánchez, en el Senado

Mucho se especula sobre si son muchos o pocos los que se sienten desacoplados en un PSOE que para ellos ha supuesto la entrega de buena parte de sus vidas. Seguramente, como es mi caso, algunos habrá que añoren el PSOE de antes de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero y de Pedro Sánchez. Ambos son la consecuencia de una decisión adoptada en el Congreso Federal celebrado en Sevilla que alteró significativamente la forma de elección de los dirigentes orgánicos e institucionales en el centenario partido socialista.

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