Un buen GPS para los reyes magos

La historia muestra que el proceso de globalización que trae el intercambio como una manera constitutiva de vivir con otros, no es un fenómeno reciente. La manera de ser de cada pueblo es el resultado de la mezcla de culturas enfrentadas en su interior a través del tiempo. Siempre prevaleció la identidad que probó ser más efectiva en mantener viva o hacer crecer cada comunidad.  España es un excelente ejemplo, si consideramos la pluralidad de pueblos que la invadieron o habitaron, como los iberos, cartaginenses, romanos, árabes, y el sorprendente grado de homogeneidad que alcanzaron. España, dentro de sí, se sabe distinta en sus partes constitutivas. Desde fuera, su perfil nítido e irrepetible es evidente.