La historia de toda una vida puede conducir a unos a favor de la corriente y a otros en contra de esa corriente.
El Papa Francisco ha seguido esos dos caminos. A favor de la corriente cuando ha entendido y opinado de asuntos internacionales. En contra cuando ha entrado en disquisiciones sobre asuntos que afectan a la vida privada de las costumbres. Progresista en asuntos sociales. Conservador en asuntos relacionados con las costumbres.
Feijóo se fue a Italia a hablar con Meloni. Todos sabíamos que iba a aprender de los éxitos contra los inmigrantes del gobierno que ella preside. Al parecer, con la actual primera ministra italiana los inmigrantes han dejado de llegar a las costas italianas de la manera numerosa a como lo hacían con anterioridad a su gobierno. No es seguro que las lecciones de la señora Meloni sirvan para que puedan ser defendidas por un partido de centro derechas como ha sido hasta ahora el PP.
¿Qué es lo que saben los diputados que desconocemos el común de los mortales? Me refiero a los aplausos con que se premian las intervenciones, que desde una u otra bancada, se realizan los miércoles de cada semana en lo que se denomina “preguntas al gobierno”. En ocasiones he presenciado esas intervenciones con amigos o familiares y he mirado las caras de ellos y las he comparado con el regocijo y las palmadas de sus señorías. Debe de existir un divorcio entre ciudadanos y representantes.
Resultaría extraño que un partido que no gobierna en una Comunidad Autónoma reclamara al Gobierno central que delegara alguna de sus exclusivas competencias al gobierno autonómico de esa comunidad. Y digo que resultaría extraño si no fuera porque ya hemos visto ese fenómeno en otras negociaciones como las de Junts con el Gobierno de España.
Los visados se han convertido en una herramienta del poder blando de los Estados para impedir la llegada de los migrantes del sur hacia el norte global. La solicitud de visados en los países del sur sigue siendo un método que vulnera los derechos fundamentales: la imposibilidad de acceder a los consulados por falta de canales de comunicación, la completa falta de objetividad a la hora de solicitar los documentos que hay que aportar, cuya inexistente lista sigue cambiando según el interlocutor, el dinero que hay que pagar y que no se devuelve si la solicitud es denegada, la sospecha de corrupción, las negativas orales sin explicación ni motivación (…) La externalización de ciertos servicios consulares a operadores privados que sustituyen a la Administración. La embajada de España en Camerún hace pagar a los usuarios una tasa extra a un abogado o a un notario que colabora con la embajada para que este verifique la autenticidad de los documentos nacionales de Camerún. Los visados se han convertido en un negocio rentable para los consulados y las embajadas europeas en África.