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Parar para hablar

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, saluda a los militantes y simpatizantes del PSOE en Ferraz EFE / Rodrigo Jiménez

Llegó el temido 23-J y no ocurrió nada de lo que vaticinaban todos los sondeos electorales, incluido el CIS. Muchos ciudadanos hemos evitado la presencia de Vox en el gobierno de España. El voto, el valioso voto lo ha impedido. No conozco ninguna empresa que cada vez que vende un producto lo que llega a casa es ese producto averiado. Esa empresa tardaría poco en ir a la quiebra. En ocasiones, el servicio de ferrocarriles no cumple con lo contratado por el cliente e inmediatamente se levantan voces pidiendo la dimisión de los responsables de esa compañía. Las empresas dedicadas a los sondeos se equivocan frecuentemente y las empresas siguen vendiendo elección tras elección la misma mercancía con idénticos desastrosos resultados. Si admitieran un consejo les diría que dejen lo que hacen y se dediquen a otros menesteres.

No es fácil, pero se puede

Es costumbre en la democracia española, cuando se acercan las elecciones, poner el acento en el nombre de los candidatos antes que en los partidos políticos. De todos (o de casi todos) es sabido que no somos los electores los que elegimos al presidente del Gobierno. Son los diputados, reunidos en el Congreso, los encargados de designar para ese cargo a la persona capaz de aglutinar alrededor suyo un mínimo de 176 votos en la primera votación o a más votos a favor que en contra en la segunda. Elegimos parlamentarios cada vez que se convocan elecciones generales al Congreso y al Senado. Y son ellos los que en nuestro nombre y como representantes de la soberanía nacional se encargan de articular todas y cada una de las funciones que tienen encomendadas por la Constitución Española y por el Reglamento del Congreso y del Senado.

¿Por qué no se quita?

Reunión entre Rajoy y Sánchez. Foto: GTRES
El miércoles tendremos noticias fidedignas sobre la decisión que adopte Mariano Rajoy en relación con su investidura a la presidencia del Gobierno. Por lo que nos contaron él y la presidenta del Congreso de los Diputados, el Rey Felipe VI encargó a Rajoy que intentara la investidura. En esta ocasión, Rajoy parece que aceptó el encargo, aunque seguimos sin saber si, tras las entrevistas, primero con Albert Rivera, y luego con Pedro Sánchez, seguirá conversando con el resto de los grupos de la Cámara o dará por concluido el intento y pactará con la presidenta del Congreso la fecha del debate de investidura o su renuncia a continuar con el empeño.

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