Junta de Andalucía

Mi idea de España

Estoy en contra de la capacidad normativa en impuestos básicos y esenciales del Estado

Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo.

Cual rio Guadiana, el debate sobre el Estado autonómico y el reparto competencial asoma o se esconde al paso de los años. En este de 2022, el presidente de la Junta de Andalucía lo ha sacado a la luz con su decisión de subvencionar al 100% el impuesto de patrimonio. Su argumento no ha podido ser más peregrino y más antipatriota. ¿Qué clase de patriotismo es aquel que   bajo el señuelo de  pagar menos, perjudicar a los trabajadores y al desarrollo de un territorio español? El presidente andaluz no tendrá nada que decir si un puñado de empresarios instalados en Andalucía decide levantar sus inversiones en esa Comunidad para marcharse a un paraíso fiscal donde no pagará nada o casi nada por sus bienes y patrimonio.

Oficio de alto riesgo

Oficio de alto riesgo / Rosell

El pasado día 25 de junio el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó un decreto anticrisis que o me parece raro que cada día sean menos las personas que con un cierto nivel de preparación profesional y un coeficiente de inteligencia normal decidan dar la espalda a la política. El ejercicio institucional se ha convertido en un oficio de alto riesgo como lo ponen de manifiesto las condenas, ratificadas por el Tribunal Supremo, a los ex presidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Uno, Chaves, condenado a la inhabilitación por nueve años para cargo público y otro, Griñán, condenado a pena de prisión de seis años y un día. No voy a ir por la línea ya marcada por quienes se sorprenden de que la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no tuviera el más mínimo conocimiento de la corrupción en la que estaban incurriendo sus más allegados colaboradores, mientras que Chaves y Griñán deberían haber estado al tanto de las triquiñuelas que se cometieron con el subsidio por despido de algunos trabajadores de empresas en crisis. Los magistrados sabrán por qué la Justicia es a veces tan injusta, tan diferente y tan de colores.

Sumar o dividir

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos. (Reuters)

Clemente Domínguez, sevillano de 59 años, fue ordenado obispo el 11 de enero de 1976 mediante unos ritos al margen de la liturgia católica por el arzobispo vietnamita Pedro Martin Ngo-Din Thuc, el mismo que le había hecho sacerdote el 31 de diciembre de 1971. El 27 de agosto de 1978, Clemente Domínguez Gómez afirmó haber recibido un mensaje de la Virgen, en el que le mandó convertirse en Papa y ese día se autoproclamó máximo pontífice, con el nombre de Gregorio XVII. Se creyó el más listo, el más sabio y el más santo. En realidad era un pobre diablo al que no le gustaba ser monaguillo pudiendo ser Papa.

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