Pablo Iglesias

Aislar a los extremos

Ione Belarra y Pablo Iglesias. Europa Press

Siempre se podrá discrepar de lo que digo a continuación. En mi opinión, lo más transcendente que hemos hecho los españoles en estos últimos cincuenta años fue el proceso de pasar de una dictadura de casi cuatro décadas a una democracia que ya dura algo más que el funesto régimen franquista.

Sumar para morir

Pablo Iglesias sabe que si pacta sin condiciones con Sumar, los candidatos morados no lograrían puestos de relevancia en las listas

En una granja, convivían una gallina y un cerdo. Un día, la gallina invitó al cerdo a asociarse para poner un restaurante. Al cerdo no le pareció mala la idea. Le preguntó a la gallina por el plato estrella de la carta. La gallina respondió: “un par de huevos con jamón”. El cerdo, espantado, calculó el coste del plato. “Seguro que tú querrás que yo ponga el jamón y tú, los huevos”. “Exacto”, dijo la gallina. “No participo”, exclamó aterrado el cerdo; “tú, gallina, te implicas en el negocio, pero y, me comprometo a dar mi vida para ser jamón”. Se me vino esta fábula a la memoria cuando el pasado día 16 del mes de abril, vi la entrevista que Jordi Évole le hizo a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Y, también, recordé las palabras que pronunció en el mismo mes, pero en el año 2017, en una entrevista radiofónica, el entonces líder histórico del nacionalismo gallego, Xosé Manuel Beiras, en referencia a Yolanda Díaz: “Yolanda Díaz fue la primera persona que me traicionó”.

Transfuguismo

El eufemismo o la hipérbole se han impuesto en el lenguaje político de los últimos años. La izquierda a la izquierda del PSOE no significa nada o puede abarcar todo un amplio espectro político. Al igual que ocurre con los territorios, aquellos que históricamente se situaban más cerca del eurocentrismo recibían el nombre de Oriente Próximo; los que estaban más alejados de ese centro pasaron a denominarse Extremo Oriente, y ente ambos, el Oriente Medio, también pasa en la política, de tal manera que aquellas formaciones que se sitúen más cerca del centro socialista serán calificados como izquierda próxima, los que estén más alejados será la extrema izquierda y, entre ambos, la media izquierda.

¿Por ser mujeres?

Casi siempre pasa lo mismo cuando las candidaturas no son de hombres sino de mujeres. Pasan en un santiamén del cielo al infierno

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Europa Press
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Europa Press

Alardeamos tanto de feminismo que cada vez que surge una candidata con posibilidades de ganar unas elecciones autonómicas o generales, inmediatamente sacamos de la chistera uno o dos candidatos para impedir la victoria de la candidata. Basta recordar a Sáenz de Santamaría y a Pablo Casado. La primera fue la preferida de la militancia popular. Cuando dejaron de votar los afiliados, Santamaría y Casado sometieron sus candidaturas a los compromisarios. Ganó el segundo. Cuando surgió una candidata con posibilidades se tuvo la habilidad de ponerle enfrente a un candidato para que ganara a la mujer y así poder seguir presumiendo de partido feminista cortando el paso a las mujeres que tuvieron el coraje de dar el salto en un mundo de hombres.

Scroll al inicio