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Censura y depresión

José Antonio Monago, ante la prensa, el jueves, para valorar la moción de censura. (Efe)
Una cosa es lo que se cree y otra la realidad. Seguramente el presidente Monago no podía ni imaginar que la legislatura que se inició en 2011 en Extremadura le iba a resultar tan fácil y tan cómoda. Ninguno de los dos grandes partidos, PSOE y PP, obtuvieron mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de ese año. Ganó el PP pero se quedó a un escaño de obtener esa mayoría que le hubiera permitido haber gobernado en solitario. PSOE e IU tenía más escaños que el PP pero, finalmente, no se impuso la lógica aritmética aunque sí la lógica de las mayorías: gobernó el partido más votado, sin mayoría absoluta.

UN VECINO IDIOTA

El paro baja en 2.300 personas pero la tasa sube hasta el 25,93%

Así titulaba un periódico extremeño la noticia sobre los datos de la Encuesta de población activa (EPA) del primer trimestre de este año de 2014. Profundizando en los datos proporcionados, la realidad es que en ese trimestre hubo 184.000 empleos menos que en el trimestre anterior. ¿Por qué tratan de manipular? Para ocultar la realidad que no es otra que la gente se va de nuestro país o que la gente, aburrida de buscar empleo, ha desistido.

Imaginen una familia en la que hay cuatro miembros en  paro en el cuarto trimestre de 2013. Pasadas las navidades, uno de los parados se muere y otro se marcha a Australia. En el primer trimestre de 2014, el paro bajó un 50% en esa familia. Un vecino idiota les felicitó por el éxito de esa familia, pero la familia no estaba para celebraciones.

Sobre el juego de la botella

Artículo publicado en Elconfidencial.com

Parados (JR Mora)El chaparrón de datos que ha arrojado la Encuesta de Población Activa del último trimestre de 2013 y las cifras de paro del mes de enero pasado ha llevado a más de un medio de comunicación, y a numerosos políticos, a afirmar que en este caso, como en tantos otros, la botella puede verse medio vacía o medio llena. En efecto, un buen puñado de datos sobre una realidad cualquiera suele dar de sí lo suficiente como para defender enérgicamente una interpretación sobre la misma y la contraria. Ahora bien, no nos confundamos, no por ello la realidad deja de ser la que es, lo cual resulta especialmente evidente cuando se muestra de una forma tan dramática como sucede en este caso.

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