Según algunos analistas políticos, Pedro Sánchez le ha hecho un gran favor a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con la sorprendente convocatoria de elecciones generales en el próximo mes de julio. Era público y notorio que Sumar es una propuesta política que se aleja de los partidos políticos. En el pabellón Magariños, Díaz gritó que “Sumar no va de partidos ni de siglas, va de sumar un país mejor”.
Quienes hemos tenido la obligación de compartir reuniones institucionales con quienes han ostentado presidencias catalanas y vascas sabemos de sus complejos de superioridad
“Por responsabilidad institucional” dijeron los miembros del Gobierno que pertenecen al cupo de Podemos cuando se les preguntó por las razones que les llevaron a asistir a la Fiesta Nacional y a la recepción que los Reyes de España ofrecieron a sus invitados, con desfile militar incluido. No hay que haber estudiado Filosofía para deducir que los representantes institucionales que no fueron, pero que estaban invitados por razón de su cargo, dejaron su responsabilidad institucional en el sillón de su despacho. Dos presidentes, el de Cataluña y el del País Vasco y dos ministros, el de Consumo y el de Universidades.
Aún resuenan en nuestros oídos los eslóganes, frases y lemas que se repitieron con tanta frecuencia durante las semanas que duró la protesta que en mayo de 2011 se centró en Madrid y expandió su onda expansiva por casi todas las provincias españolas. Todos recordamos los gritos que saliendo de la garganta de miles de jóvenes – y no tan jóvenes- decían «No nos representan», «PSOE y PP la misma mierda es», «Lo llaman democracia y no lo es», «Nuestros sueños no caben en vuestras urnas», “Entre capullos y gaviotas nos han tomado por idiotas», “¿Dónde está la izquierda? Al fondo a la derecha» o «Esto no es cuestión de izquierdas contra derechas, es una cuestión de lo de abajo contra los de arriba».