populismo

¿De verdad viene el lobo?

¿De verdad viene el lobo?

El sentido común y el afán de supervivencia conduce a los ciudadanos a tratar de evitar peligros que pueden ser esquivados cuando, además, no hay necesidad de correrlos. Si alguien circula con su vehículo por una carretera de dos carriles y percibe que un camión abandona el suyo para dirigirse frontalmente contra el que circula por el carril contrario, el instinto de supervivencia aconseja dar un volantazo para evitar ser arrollado por el camión. Sería absurdo o un acto suicida mantenerse en el sitio sin hacer nada para esquivar el peligro.

No todo el que vota populismo es populista

Los partidos democráticos de la derecha y de la izquierda identifican al votante influido por el miedo con el populista ideológico

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro

Ya se venía venir. Creíamos que la democracia occidental estaba consolidada. No íbamos a ser tan estúpidos como para dejarnos arrastrar por los Trump, los Salvini, los Le Pen y demás saboteadores de la libertad. Con lo que costó desterrar los discursos racistas, xenófobos, machistas, dictatoriales, sabíamos que quienes se asomaran a la arena electoral con esos pronunciamientos no llegarían ni a la esquina de cualquier colegio electoral. Eso ya no tenía sitio en sociedades hechas y derechas como las nuestras. Quienes se atrevieran a despreciar a las mujeres, a los homosexuales, a quienes tuvieran una piel de color diferente a la «blanca» o una religión distinta de la «verdadera» estarían cavando su tumba en el momento de nacer.

Dudas y certezas

A sociedades amorfas y melifluas, corresponden políticos amorfos y desunidos

El pleno del Congreso de los Diputados tras la comparecencia del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski

Escribo con dudas y con algunas certezas. Y lo hago desde la más absoluta libertad. Estoy en la sobremesa de la vida. Ya pasó la comida y llegó el tiempo de la charla, el comentario, el diálogo con quien quiera hablar, aprender, enseñar, contrastar. Frente a los que piensan que quienes hemos estado en la política activa debemos callarnos, mantengo que, si bien hay una edad reglamentaria para jubilarse laboralmente, no existe una edad para jubilarse de la defensa de las propias convicciones y del intento de querer influir en la sociedad para que no nos precipitemos en el vacío de la incomprensión o la intolerancia. No existe eutanasia política que elimine por motivos de trienios a las personas de sus compromisos con la verdad y con la libertad.

Populismo, no hay que irse tan lejos

No ha habido tiempo para recuperarnos de la valerosa, heroica y épica gesta llevada a cabo por el no menos valeroso, heroico y épico concejal del Ayuntamiento de Badalona, el ya famoso, alabado y venerado Josep Téllez, quien, a las puertas de ese Consistorio, en un 12 de octubre de 2016, y poniendo en riesgo su integridad física y actuando por delegación de la alcaldesa que, casualmente, se encontraba fuera de España, rasgó con gesto displicente, chulesco y despreocupado el auto judicial que prohibía al Ayuntamiento de esa ciudad catalana abrir sus puertas con normalidad por tratarse de un día festivo en todo el territorio español. Un mes después, el pasado día 14, nos desayunamos con la noticia de otra heroicidad, proveniente del mismo sector -los héroes de la independencia de Cataluña-, pero protagonizada, en esta ocasión, por personajes ya conocidos en la escena política española.
Populismo, no hay que irse tan lejos

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