¿De verdad viene el lobo?
El sentido común y el afán de supervivencia conduce a los ciudadanos a tratar de evitar peligros que pueden ser esquivados cuando, además, no hay necesidad de correrlos. Si alguien circula con su vehículo por una carretera de dos carriles y percibe que un camión abandona el suyo para dirigirse frontalmente contra el que circula por el carril contrario, el instinto de supervivencia aconseja dar un volantazo para evitar ser arrollado por el camión. Sería absurdo o un acto suicida mantenerse en el sitio sin hacer nada para esquivar el peligro.
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