De muchos es conocida mi aversión por el sistema de elección de primarias en el seno del PSOE. “La primarias forman parte de nuestra identidad socialista” dijo alguien el mes pasado en algún medio de comunicación. Quien dijo semejante cosa o acaba de llegar al partido socialista o no se enteró de que hasta tiempos recientes ese sistema no fue nunca empleado en la historia del PSOE.
Mucho se especula sobre si son muchos o pocos los que se sienten desacoplados en un PSOE que para ellos ha supuesto la entrega de buena parte de sus vidas. Seguramente, como es mi caso, algunos habrá que añoren el PSOE de antes de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero y de Pedro Sánchez. Ambos son la consecuencia de una decisión adoptada en el Congreso Federal celebrado en Sevilla que alteró significativamente la forma de elección de los dirigentes orgánicos e institucionales en el centenario partido socialista.
Seguramente esta periodista dice que le dijeron que decían. Y ella va y lo escribe
Susana Díaz. Europa Press
Se culpa –y con razón- a las redes sociales de los insultos y de las calumnias que se dicen y escriben desde el más absoluto de los anonimatos. Se pudiera llegar a pensar que quien escribe en un periódico analógico o digital está en posesión de la verdad. Eso no es cierto. Quien tiene ganas de insultar, de mentir, de difamar lo hace en cualquier sitio o lugar.
Se presupone que un Congreso de un partido no es un Mercadona donde empujando un carrito se va cogiendo de las estanterías aquello que se necesita para hacer una buena comida. Si cada uno lleva su cesta, cada uno elaborará su menú individualmente. Lo contrario de lo que debe ser un proyecto común, elaborado entre todos los que pertenecen a ese partido y han decidido influir con sus propuestas en un programa avalado por la mayoría.
Y, también, se supone que si se elige al máximo dirigente del partido antes de la celebración del Congreso, sobra el Congreso. Si se le quiere dar validez a la cita orgánica, sobra la elección previa del máximo dirigente. Con el sistema de primarias, o sobra el congreso o sobra la elección anticipada del Secretario General.
La responsabilidad de la militancia socialista / ROSELL
España es un país de clichés construidos sobre la nada o la mentira. Las biografías importan poco. Importa la imagen que consigan transmitir de cada uno de nosotros. Desde que se inventó el nefasto sistema de primarias para elegir a los candidatos a la presidencia de los distintos gobiernos, los militantes se dividen en traidores o leales, según se hayan mantenido fieles a una candidatura o hayan desertado de ella para votar a la contraria. Tengo publicados más de una decena de artículos rechazando esa forma de selección del liderazgo y mi renuncia a votar en cualquier proceso donde se enfrenta un militante a otro sin más argumentos que los personales. Nunca voté en unas primarias y, en consecuencia, tampoco voté ni a Pedro Sánchez ni a Susana Díaz cuando se enfrentaron por el liderazgo socialista. No fui al acto que la candidata andaluza celebró en Madrid acompañada de la plana mayor socialista y de lo que periodísticamente se conoce como la vieja guardia socialista. Y tampoco acudí a ninguno de los actos que protagonizo por los mismos objetivos el candidato madrileño.