psoe

Ya no sé ni dónde vivo

Los más veteranos recordamos los tiempos en los que los equipos de fútbol casi se odiaban. El ejemplo más acabado de ese casi odio lo representaban el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. Al parecer esa vieja rivalidad se fraguó durante la Copa del Generalísimo de 1943. En la ida, en su casa, el Barcelona ganó al Real Madrid por tres goles a cero. En la vuelta, el Madrid se desquitó y venció al Barça por once a uno. En el campo del Real Madrid, la derrota barcelonista estuvo acompañada de agresiones físicas a jugadores catalanes y a técnicos y a acompañantes. El fichaje de Di Stéfano por ambos clubes aumentó la ira de unos contra otros. Y ya en nuestros tiempos, recuerden la etapa de Mourinho y de Guardiola. Las disputas y las afrentas eran moneda corriente cuando se enfrentaban ambos clubes.

Andalucía, a la vuelta de la esquina

De muchos es conocida mi aversión por el sistema de elección de primarias en el seno del PSOE. “La primarias forman parte de nuestra identidad socialista” dijo alguien el mes pasado en algún medio de comunicación. Quien dijo semejante cosa o acaba de llegar al partido socialista o no se enteró de que hasta tiempos recientes ese sistema no fue nunca empleado en la historia del PSOE.

A gusto de todos

Me alegro de no haber asistido al XLI Congreso Federal del PSOE. Acostumbrado a que el Secretario General saliente tomara la palabra al inicio del Congreso para defender la gestión de la Comisión Ejecutiva, y a las intervenciones de las delegaciones para realizar la crítica total o parcial de la misma, me hubiera creído estar en un congreso del Partido Popular donde esa práctica democrática ha brillado siempre por su ausencia.

Ante el congreso del PSOE

No resulta fácil gobernar en estos momentos en España. Tampoco resulta sencillo ejercer la oposición de manera responsable desde la perspectiva de un partido con vocación de gobierno. La credibilidad de la política, los políticos y la democracia representativa están bajo mínimos entre la ciudadanía. “El pueblo salva al pueblo” es el eslogan de la antipolítica.

Scroll al inicio