Según algunos analistas políticos, Pedro Sánchez le ha hecho un gran favor a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con la sorprendente convocatoria de elecciones generales en el próximo mes de julio. Era público y notorio que Sumar es una propuesta política que se aleja de los partidos políticos. En el pabellón Magariños, Díaz gritó que “Sumar no va de partidos ni de siglas, va de sumar un país mejor”.
Siempre se podrá discrepar de lo que digo a continuación. En mi opinión, lo más transcendente que hemos hecho los españoles en estos últimos cincuenta años fue el proceso de pasar de una dictadura de casi cuatro décadas a una democracia que ya dura algo más que el funesto régimen franquista.
Pedir un debate sobre un asunto que nos afecta a todos es considerado una afrenta a la dirección socialista.
En más de una ocasión, el conector siempre que en lugar de condicionar una acción lo que hace es ocultar las intenciones del emisor para situarse de perfil o en el lado en el que no moleste. El siempre que evita la manifestación negativa que por lo general tiene peor imagen que la positiva. Se vende mejor estar a favor de algo que estar en contra. Como decía aquel entrenador del Barça que nunca llegó a dominar el castellano: “Tú, siempre negativo; nunca positivo”. Siempre que, con tal que, a condición de, a menos que son formas elegantes de decir que se está en contra de algo porque se sabe que la condición no se va a cumplir en ningún caso. Se queda mejor que el que manifiesta su negativa a la misma acción.
A propósito de las declaraciones que algunos dirigentes de Podemos han hecho en los últimos días en relación con posibles alianzas de esta formación política con el PSOE tras las elecciones Generales próximas, algunos críticos se han tirado al cuello de Errejón y de Pablo Iglesias por la incoherencia que supone el hecho de que el primero casi apostara por un gobierno de coalición entre el partido socialista y Podemos, mientras que el segundo, y secretario general de Podemos, haya desautorizado las mismas, rechazando tal posibilidad y dando por buena una posible e imaginaria coalición gubernamental PSOE-PP. No es extraño que ocurran esas cosas y no hay que tener muy en cuenta las opiniones que actualmente se lanzan sobre las posibilidades de gobierno que se plantearán el día después de que se conozcan los resultados electorales y la decisión de los votantes. Como dijo un poeta alemán, cuyo nombre no recuerdo, allá por el siglo XIX, «las críticas son como los testamentos. Solamente es válido el último».