OBSESIÓN
Apenas sueño dormido. Y cuando lo hago, casi siempre mis sueños me devuelven a mi infancia. Últimamente me despierto sobresaltado. Sueño que voy por la calle y, de pronto, se me acerca una mujer que, vestida de enfermera, me mete por los orificios nasales un palito largo y fino con un algodón en la punta que me llega hasta el cerebro. En ese momento parece que me repongo del susto y me dispongo a correr. El resultado es un despertar agitado.
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