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RETROEXCAVADORA O VOTO

Momento en que la estatua del propietario de esclavos escocés Robert Milligan es retirada en Londres - AFP
Momento en que la estatua del propietario de esclavos escocés Robert Milligan es retirada en Londres – AFP

Una de las consecuencias del asesinato del ciudadano norteamericano George Floyd ha sido la revisión o eliminación de todas aquellas obras que reivindiquen, enaltezcan o destaquen el racismo y el supremacismo de algunas razas sobre otras a las que se consideran inferiores.

Ahora que se anuncia una nueva edición del Teatro Clásico de Mérida, donde se volverán a representar obras de los clásicos griegos, me pregunto que cómo era posible que gente con mentes tan brillantes como Platón, Aristóteles, Pitágoras, Sófocles fundadores de la filosofía, de las matemáticas, de la democracia, no tuvieran ningún problema moral para vivir y convivir con esclavos. No solamente no tenían ningún problema, sino que Platón y Aristóteles escribieron a favor de la esclavitud. Hoy, 25 siglos después, nos parece intolerable. ¿Cómo no les creaba cargo de conciencia esa situación?

Populismo, no hay que irse tan lejos

No ha habido tiempo para recuperarnos de la valerosa, heroica y épica gesta llevada a cabo por el no menos valeroso, heroico y épico concejal del Ayuntamiento de Badalona, el ya famoso, alabado y venerado Josep Téllez, quien, a las puertas de ese Consistorio, en un 12 de octubre de 2016, y poniendo en riesgo su integridad física y actuando por delegación de la alcaldesa que, casualmente, se encontraba fuera de España, rasgó con gesto displicente, chulesco y despreocupado el auto judicial que prohibía al Ayuntamiento de esa ciudad catalana abrir sus puertas con normalidad por tratarse de un día festivo en todo el territorio español. Un mes después, el pasado día 14, nos desayunamos con la noticia de otra heroicidad, proveniente del mismo sector -los héroes de la independencia de Cataluña-, pero protagonizada, en esta ocasión, por personajes ya conocidos en la escena política española.
Populismo, no hay que irse tan lejos

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