¡Que veintitrés no valgan como uno! (elconfidencial.com)

La etarra Inés del Río sale de la cárcel. (Efe)
Si yo fuera víctima del terrorismo etarra pensaría y, seguramente, diría, lo que dijeron algunas asociaciones de víctimas del terrorismo cuando el lunes pasado se conoció la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Y lo haría porque entre mis deberes cívicos no entran los de hacer cumplir las leyes, sean estas españolas o comunitarias. Como ciudadano sólo llego a cumplirlas. La persona que ha visto asesinar a un familiar no tiene más que pensar en las víctimas y en el castigo, lo más duro posible, para los verdugos, para los asesinos. Si no fuera así, si el comportamiento humano no respondiera a ese esquema, no estaríamos hablando de personas, sino de máquinas. Por lo tanto, a nadie debe extrañar ni escandalizar que las víctimas sientan indignación. Yo, también.