Vladimir Putin

El cura y el presidente

“Un pasito pa’lante María. Un pasito pa’ atrás” dice la letra de una de las canciones del cantante Ricky Martin. La letra admite cambios según en la sociedad en la que se cante.

Las sociedades del norte de Europa eran el espejo en el que queríamos mirarnos los españoles nada más iniciada la transición de la dictadura a la democracia. Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Noruega eran ejemplos de sociedades avanzadas y muy liberales en conductas y en el ejercicio de derechos ciudadanos. Eran sociedades con un alto grado de civismo y de permisividad. Sin embargo, hoy, la canción de Martin debería cantarse de la siguiente manera: “Un pasito pa’lante María. Dos pasitos pa’atrás”. Cada vez más esas sociedades se han vuelto más conservadoras y en lugar de avanzar, retroceden perdiendo el prestigio que adquirieron en toda la segunda mitad del siglo XX.

Unir fuerzas

El PSOE tiene por delante el gran compromiso histórico de posibilitar una gran mayoría para un gobierno estable que haga frente al independentismo desde la fortaleza

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), recibe al presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo (d). Europa Press

Las generaciones de la primera mitad del siglo XX hicieron dos guerras mundiales o dos guerras civiles, como se quiera. La consecuencia, murieron diez millones de personas en la primera y veinte millones fueron heridos o mVienen tiempos difíciles. La invasión de Ucrania por Rusia no depara nada bueno para la paz, la economía y el Estado de Bienestar. Nadie sabe la evolución que tomarán los acontecimientos tras las amenazas del gobierno de Putin sobre una posible tercera guerra mundial.

Cierre de grifos

Si el gobierno de España ha renunciado a reconocer la autodeterminación del Sáhara Occidental pueden perder una vez más sus esperanzas los catalanes independentistas

Varios menores extranjeros no acompañados juegan al fútbol en las naves del Tarajal (Ceuta). Europa Press
Varios menores extranjeros no acompañados juegan al fútbol en las naves del Tarajal (Ceuta). Europa Press

Todos los días saco mi perro, un Border collie, a dar una vuelta por la sierra de Alor, donde crece la rosa de Alejandría, un espectáculo inigualable cuando llega el mes de abril. A la sierra la circunvala una carretera por la que, de cuando en cuando, pasan automóviles camino de Táliga o de Olivenza. Mi perro oye a distancia el ruido del motor del coche que se aproxima y se prepara para perseguirlo cuando pasa a la altura de Santo Domingo. Calculo que recorre dos o tres kilómetros a toda velocidad. Por mucho que lo intenta jamás consigue su objetivo, entre otras razones, porque existe una alambrada que le impide acceder a la carretera. Cada vez que vuelve de su frustrada persecución va sacando más la lengua para poder exhalar todo el aire que, con la lengua fuera, llega directamente a sus pulmones. Creo que de ahí viene ese dicho de “ir con la lengua fuera”.

La niña que llora y el niño que mira

La niña ucraniana con su voz entrecortada por el sollozo. El niño negro con la mirada que parece interpelarnos por las razones de la injusticia

Niños en una escuela en Kidal (Malí). Europa Press
Niños en una escuela en Kidal (Malí). Europa Press

La mayoría de las cadenas de radio y televisión españolas conectan constantemente con Burundi, con Malí, con la República Democrática del Congo, con Sudán del Sur. Son raras las tardes en las que no encontramos presentadores y tertulianos en radio o televisión hablando de los casi medio millón de personas de Burundi a los que la violencia ha obligado a huir a otros países y a otras latitudes. No acaban con esa tragedia cuando se cuela un reportero que, desde Malí, cuenta como casi 200.000 personas han abandonado sus hogares por temor a la ola de atentados y de violencia contra la población civil.

El vidente Biden

Aquí hay algunos que no ven al Putin asesino que vio Biden. Ellos ven bien el sillón ministerial y por eso defienden su estatus antes que su conciencia

Joe Biden
Joe Biden

Creo que el actual presidente de EEUU ganó las elecciones presidenciales por dos razones. La primera, porque tenía en frente a un candidato en ejercicio de presidente que hizo todo lo que pudo para perderlas. Su éxito anterior se basó en combatir con mentiras a su opositora, la senadora Hillary Clinton que, además de mujer, partía con la desventaja de ser la mujer del otrora presidente Bill Clinton. En EEUU se pudo comprobar que se tienen más posibilidades por ser negro que por ser mujer. Barak Obama, que no era blanco, consiguió la presidencia y la revalidó con un segundo mandato. Tal vez su política posibilitó que millones de norteamericanos se sintieran huérfanos de representación si no pertenecían a cualquiera de las muchas minorías en las que Obama segregó su discurso y su política. Gracias al discurso hacia las minorías, un populista como Donald Trump consiguió arrastrar el voto del americano medio que se consideraba solo americano sin marcas que lo distinguiera de sus compatriotas.

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