Parece que la etapa de Susana Díaz en Andalucía empieza como comenzó el periodo democrático en España en 1977. Si recordamos los resultados que obtuvieron las cinco primeras fuerzas políticas en las elecciones generales de ese año, observaremos muchas similitudes con lo ocurrido en la comunidad autónoma andaluza.
Susana Díaz y los socialistas andaluces han devuelto al PP a su papel de eterno segundón y han parado en seco a Podemos
Ya dejé dicho en estas mismas páginas que algunos se echarían las manos a la cabeza si, de nuevo y tras 33 años, el PSOE volvía a ganar las elecciones en Andalucía. ¿Y qué esperaban? El PSOE no solo ganó, sino que acabó con el bipartidismo imperfecto y reapareció la hegemonía socialista imperfecta. Susana Díaz y los socialistas andaluces han devuelto al PP a su papel de eterno segundón y han parado en seco a Podemos que, visto lo visto, las urnas han dado respuesta a la pregunta que muchos se formularon cuando el grupo universitario de Pablo Iglesias nació en los plató de televisión. No eran flor de un día. Llegaron para quedarse… de piedra, según reflejaba la cara de la señora Bescansa cuando, desde su posición de analista de Podemos, examinó los resultados de su opción electoral.
Podemos llegó para quedarse en el hueco que ha dejado Izquierda Unida que en Andalucía pactó con el PSOE, en Extremadura con el PP, en Cataluña con los independentista y en País Vasco con los amigos del terror, de tal manera que quienes pensaran votar a IU no sabrían si con su voto apoyan una propuesta socialdemócrata, conservadora, independentista o violenta. Ante tanto desconcierto, sus potenciales votantes han optado por alinearse electoralmente con Podemos que, aunque no es ni de izquierdas ni de derechas, resulta más creíble que IU.
Quienes dudaron de la eficacia que para los socialistas significaría el adelanto electoral que impulsó Díaz tendrán que admitir que la presidenta acertó de pleno
Tanto Podemos como IU estaban decididos a terminar con el “régimen del 78”, es decir, con el sistema que permitió que muchos españoles no tuvieran que elegir entre comprar comida o comprar medicamentos. Las medicinas, gracias al vituperado “régimen”, eran gratis hasta que Rajoy decidió ponerles precio. Visto el resultado andaluz, los partidarios del “régimen del 78” suman un total de 89 escaños si además de los de PSOE y PP, sumamos los escaños de Ciudadanos. Por el contrario, los rupturistas se han quedado en un reducido grupo de 20. Por el momento, no parece que “el régimen” esté amenazado de muerte. Por cierto, ese “régimen del 78” es el que ha posibilitado que haya dos mujeres (Susana Díaz y Teresa Rodríguez) liderando dos de las cuatro primeras ofertas políticas, cosa inimaginable antes de que la Constitución del 78 consagrara la igualdad entre hombres y mujeres y que un presidente de Gobierno socialista legislara para dar cumplimiento a ese mandato constitucional.
Quienes dudaron de la eficacia que para los socialistas significaría el adelanto electoral que impulsó Susana Díaz tendrán que admitir que la presidenta andaluza acertó de pleno. Ya se sabe que para los más ortodoxos, los resultados electorales del domingo pasado no se pueden extrapolar al resto de España o a las próximas elecciones generales, pero es justo reconocer que, en el mayor distrito electoral de España, el PSOE se ha reivindicado como el partido hegemónico. El PSOE, más Podemos, más IU suman 2.300.00 votos, mientras que PP más Ciudadanos juntan 1.300.000. No se pueden extrapolar resultados pero si algunos decidieran convertirse en cola de león en lugar de pretender ser cabeza de ratón, la derecha no ganaría jamás unas elecciones en España. Pero ya vemos; algunos son tan izquierdosos que hacen mucha gracia a la derecha.
Leer más: