David Trueba

David Trueba: 'Al cine español le ha ido tan bien en estos tres últimos años porque no existe el Ministerio de Cultura'. (Efe)
En la Cadena SER, en el programa Hoy por hoy, se dio la siguiente noticia: Con menos ayuda económica que nunca, el cine español rompe su techo y muchos tópicos. 21 millones de personas han visto películas españolas de todos los géneros… desde la comedia al thriller, pasando por la animación. Y lo han hecho aunque las entradas son más caras por la subida del IVA cultural. ¿Y qué significan estos buenos datos?

Pepa Bueno le preguntó a David Trueba y esta fue su respuesta: “Una de las razones por las que el cine español ha ido tan bien en estos tres últimos años es porque no existe el Ministerio de Cultura; no ha habido nadie en la Dirección General de Cine; entonces, ese vacío de poder y la ausencia total de políticas en el sector, pues quizás ha ayudado. Para el año que viene, podrían suprimir el Ministerio de Educación, de Sanidad, de Industria… y a lo mejor, el país salía adelante. Si al final los políticos, lo que hacen es invadir todos los sectores y no invaden los de los profesionales y buenos gestores, es mejor que no estén”.

El PSOE pagó caro y en solitario el caso Filesa. La culpa de la crisis de 2008, gobernando Zapatero, se la llevaron los socialistas. Sin embargo, ha bastado que empezara a gobernar el PP para que el imaginario colectivo considere culpable de la corrupción o de los errores del gobierno a todos los políticos

Seguramente Trueba no tenía otra cosa más importante que decir en esa mañana fría del pasado 11 de diciembre y decidió epatar al respetable con una boutade. Pero si David Trueba, persona inteligente, preparado y progresista piensa lo que dijo esa mañana, ¿qué deberemos pensar, al oírle, los que no tenemos esas cualidades y condiciones? Si el señor Trueba confunde la parte con el todo y cuando quiere hablar del gobierno hace referencia a los políticos, así, genéricamente, no resultará extraño que los ciudadanos califiquen igual a unos que a otros. Eso sí, diciendo esas cosas, el señor Trueba queda casi bien y los políticos muy mal.

Este tipo de sinécdoque no es nuevo en la política española. Aparece siempre que gobierna la derecha o cuando desde ese espectro ideológico se cometen algunas tropelías en la gestión de lo público. Cuando el PSOE tuvo problemas en su financiación con el caso Filesa, ese partido pagó caro y en solitario su pecado, como no podía ser de otra manera. Cuando las cosas comenzaron a ir mal en España, a partir de 2008, gobernando José Luis Rodríguez Zapatero, la culpa de todo lo malo que ocurría y que ocurrió se atribuyó única y exclusivamente a los socialistas. Entonces nadie culpó a todos los políticos. Y, sin embargo, ha bastado que empezara a gobernar el PP para que el imaginario colectivo considere culpable de la corrupción popular o de los errores del gobierno a todos los políticos. Por eso, resulta tan pernicioso que personas tan intachables, tan brillantes y tan progresistas, como el señor Trueba, caigan en la trampa de referirse a todos cuando están hablando de una parte.

Ya se sabe que a veces perdemos la cabeza por una frase brillante. “Si se fueran todos, si no hubiera ministerios ni políticos, el país funcionaría mejor” le dijo el señor Trueba a Pepa Bueno. Los que tenemos alguna edad ya sabemos cómo funciona un país sin políticos, ya sabemos qué espacio ocupaba la cultura creativa e innovadora en España cuando no había políticos, sino dictadores. Es posible que a una minoría les fuera mejor si el año que viene se suprimiera el Ministerio de Sanidad o el de Educación. ¿Dónde cree el excelente cineasta que buscarían una sanidad de calidad, universal y gratuita, o dónde encontrarían centros educativos para sus hijos quienes no tuvieran recursos económicos para hacer frente a la enfermedad o a la ignorancia?

Los que tenemos alguna edad ya sabemos cómo funciona un país sin políticos, ya sabemos qué espacio ocupaba la cultura creativa e innovadora en España cuando no había políticos, sino dictadores

No sé en qué están pensando los supuestos representantes de la cultura y del mundo del espectáculo en España. En Radio Nacional, en el programa No es un día cualquiera de Pepa Fernández, José María Íñigo y el filósofo Javier Sádaba criticaban a los españoles, en el día de los Santos Inocentes, por el hecho de ir a votar cada cuatro años poniendo de manifiesto una inocencia supina ante reiterativo engaño, rematando la presentadora, minutos después, en una conversación con el actor Josep María Pou, que “la cultura es más importante que la política”, en un intento de colocarse en la tribuna cultural, despreciando la grada política.

Resultaría lamentable que tuviéramos que añorar los tiempos en los que el intelectual era la referencia que teníamos para conducirnos por la triste España de aquellos tiempos del franquismo. Y, desde luego, esos intelectuales y representantes de la cultura democrática no trataban de conducirnos por el camino de la no política, sino todo lo contrario. Causa dolor escuchar a algunos de los de ahora arremeten contra todo lo que se mueve en el mundo político, preocupados por el IVA cultural mientras ajustan cuentas con la Hacienda pública para evitar cárcel o multas astronómicas, demostrando, una vez más, que cuando se debe tanto al fisco, poco importan las pérdidas por lo que ellos llaman pirateo. Da grima oír los sermones de algunos que van de sobraos en esto de la política y las quejas de otros sobre el IVA cultural que ellos jamás declaran después de haber cobrado en negro en sus arrebatadoras galas.

No creo que a David Trueba le apeteciera escuchar cosas tales como que a los espectadores nos gusta ver cine americano porque el cine español está hecho por directores que si se fueran, el cine español ganaría mucho más dinero y calidad. No sería justo que se dijera que todos ajustan cuentas con Hacienda o que todos cobran en negro por sus galas y conciertos. Nadie duda de que existan realizadores españoles francamente mejorables, como tampoco se duda de que los haya de una calidad envidiable. En este segundo apartado está David Trueba y por eso duelen sus dardos sin control.

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