Falta de respeto

Los militantes socialistas tenemos en nuestras manos demostrarles que somos dueños del destino del PSOE. Ya se hizo en 2016 y podemos volver a hacerlo ahora, aunque solo sea para demostrar que no somos un bando de estorninos que van a vienen de norte a sur, de este a oeste, de izquierda a derecha sin aparente lógica y sentido

El 31 de octubre, martes, fue el día en el que la falta de respeto a los  ciudadanos socialistas y no socialistas se ha hecho más evidente.

A los militantes socialistas se nos está faltando al respeto. El  lunes 30 de octubre, se inició la votación para responder a la pregunta que la dirección del PSOE nos ha hecho sobre sobre si apoyamos o no la “ratificación del acuerdo firmado con SUMAR y lograr el apoyo de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria para formar un gobierno”. Los militantes tenemos hasta el próximo sábado, día 4, para responder a la pregunta. Pero sin darnos tiempo a respirar,  el mismo día en que se inicia la votación vemos la foto del Secretario de Organización Federal del PSOE negociando con el prófugo, cobarde y traidor Puigdemont en su despacho del Parlamento europeo.  

La segunda falta de respeto procede de los medios de comunicación a través de sus periodistas, comentaristas, tertulianos y analistas. A ninguno se le ha ocurrido decir que antes de hablar de fechas de investidura (unos apuestan por el 7 de noviembre y otros por la siguiente semana) habría que esperar al resultado de la consulta que ha puesto en marcha el PSOE. Esos medios dan por supuesto que la votación es pura ficción y que no importa lo que voten los afiliados. Ya saben el resultado y, en consecuencia, no respetan lo que  debería ser respetado.

Y el día antes en el que la Princesa Leonor cumplió 18 años y juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, la dirección socialista emitía un comunicado tras la reunión mantenida con el “president” Puigdemont, que no solo no cumplió la Constitución sino que promete volver a atropellarla. Algunos preguntan que si Puigdemont regresará a España en un furgón de la policía o pisando alfombra roja desde el aeropuerto barcelonés  hasta la Plaza de Sant Jaume, tratando de rememorar la vuelta de Tarradellas a Cataluña. La diferencia es que Tarradellas vino a consolidar la incipiente democracia de 1977 y Puigdemont vendrá a tratar de destruirla.

Y por último, seis grupos parlamentarios y tres ministros del Gobierno de España han decidido no acudir a la jura de la Constitución por parte de la princesa Leonor, porque no reconocen la institución monárquica. Resulta que la Constitución española define a España como una Monarquía parlamentaria. Quienes no reconocen al sustantivo (Monarquía) tampoco reconocen el adjetivo (parlamentaria). Ante esta anomalía, los legisladores no tendrán más remedio que modificar la Constitución para expulsar a la Monarquía de nuestro régimen político o, mejor aún, para expulsar a quienes se niegan a aceptar y acatar la Carta Magna.

No tiene la menor lógica que los parlamentarios de ERC y de Junts per Cat. se nieguen a reconocer a la princesa heredera. Todos ellos tienen en común con los Reyes de España la inviolabilidad. El Rey es inviolable y, por lo que estamos viendo, Puigdemont y Junqueras, también. Los separatistas son tratados como reyes a pesar de llamarse republicanos.

Ante esas faltas de respeto, los militantes socialistas  tenemos en nuestras manos demostrarles que somos dueños del destino del PSOE. Ya se hizo en 2016 y podemos volver a hacerlo ahora, aunque solo sea para demostrar que no somos un bando de estorninos que van a vienen de norte a sur, de este a oeste, de izquierda a derecha sin aparente lógica y sentido.

No me digan que este no es un país cada día más raro.  No parece casual que detrás del día de todos los santos vaya el día de los difuntos.

Leer «Falta de respeto» en el Diario HOY

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