Desde la terminación de la Segunda Guerra Mundial hasta 1990, Berlín dejó de ser la capital de Alemania. Bonn, una ciudad con algo más de 300.000 habitantes fue declarada capital de la Alemania Federal. Había otras muchas ciudades, entre ellas Fráncfort que compitió con Bonn, con muchos más habitantes que la elegida por las autoridades alemanas. Ningún complejo se apoderó de la ciudad de Bonn por ser más pequeña y menos habitada que tantas otras ciudades. Bonn, entre otras cosas, es la ciudad donde se encuentra la casa natal de Ludwig van Beethoven.
Si finalmente Villanueva de la Serena y Don Benito llegan a fusionarse creando un municipio de algo más de sesenta mil habitantes, cambiará el ranking de las ciudades extremeñas. A mí, como emeritense, poco me importa esa circunstancia. Me da igual si Mérida es la tercera, la cuarta o la quinta ciudad extremeña. A Mérida no se la eligió como capital de Extremadura por el número de habitantes, sino por su historia, su ubicación, sus edificaciones históricas… Todas esas condiciones que la acreditaron para ser capital no van a cambiar porque dos ciudades decidan unir su destino.
Tenía yo un amigo ganadero que me contaba que no todos los toros del mismo año tienen igual tamaño y peso. Lo ideal para vender una corrida es que los seis morlacos tengan características semejantes. Cuando iban a su finca a comprarle una corrida, el ganadero exhibía cinco toros con el tamaño adecuado y uno algo más pequeño. Me decía que los toros grandes hacen grande al pequeño y que el toro pequeño hace grande al grande. Era la única forma que tenía de vender aquellos toros que habían engordado o crecido algo menos que sus hermanos. Siguiendo esa filosofía, una ciudad grande hace grande a las más pequeñas y las pequeñas hacen grande a las grandes.
Si se fusionaran Don Benito y Villanueva, su tamaño crecería y la grande haría grande a la pequeña. El nuevo municipio haría parecer a la capital como más grande de lo que es. Y la capital haría más grande al municipio resultante de la fusión. En consecuencia, nada que temer por quienes tienen posibilidades de ir conquistando el futuro sin acomplejarse por ser la tercera, la cuarta o la quinta ciudad de Extremadura.
Nadie me preguntó nunca por el tamaño de Mérida. Nadie tenía interés en saber qué posición ocupaba en el ranking poblacional. El interés residía en los edificios romanos, en el Teatro y Anfiteatro romanos, en el Circo romano, en el Acueducto de los Milagros, en la Casa del Mitreo… Ese interés no va a desaparecer porque dos ciudades se unan. Por otra parte, Don Benito y Villanueva de la Serena tienen gran futuro por su cuenta, por sus medios, por sus méritos y por su ubicación. Están enclavadas en una de las zonas más ricas de Extremadura y, por lo tanto, no necesitan perjudicar a otras ciudades para beneficiarse de los efectos positivos que para ellas significará la unión. Mérida no va a perder nada por esa eventualidad. Mérida está muy bien gobernada en estos momentos. Se demostró que la decisión que se tomó para que se constituyera en capital de la región no perjudicó a Badajoz como temían los agoreros. Badajoz continuó su camino como la capital económica de la región y Mérida no se interpuso ni en su crecimiento ni en su futuro.
Los extremeños hemos sido muy aficionados a confundirnos de objetivo a la hora de disparar. Hemos torcido el fusil y nos hemos disparado a nosotros mismos creyendo que nuestro atraso era consecuencia del interior y no de los poderes centrales. Mientras veían cómo Badajoz se peleaba con Mérida, Cáceres con Plasencia, Don Benito con Villanueva de la Serena, los poderes centrales se frotaban las manos viendo lo equivocados que estábamos. Ahora que dos ciudades han decidido dar un giro estratégico a su futuro, Mérida, como capital de la región tiene dos caminos a seguir: oponerse por el temor de perder posición en el ranking poblacional o contribuir a que esa fusión se salde con éxito. Yo apuesto decididamente por esta segunda opción, porque ya se sabe que el grande hace grande al chico y el chico hace grande al grande, y porque todo lo que redunde en beneficio de Extremadura será positivo para todos y, también, para la capital de los extremeños.
Leer «Fusión Don Benito-Villanueva; el grande hace grande al chico…'» en Diario de Mérida