No. No voy a hablar de los famosos medios volantes que han triunfado o triunfan en el fútbol, tipo Xavi en sus buenos tiempos en el FC Barcelona o Bellingham en la actualidad en el Real Madrid. Hablo del profesor asturiano Yván Pozuelo, que fue apartado de sus clases y suspendido de empleo y sueldo durante 8 meses, por calificar con un 10 sobre 10 a la inmensa mayoría de sus alumnos en la asignatura de Francés.
Las autoridades académicas consideraron como falta grave esa evaluación con la que el profesor calificaba a sus alumnos.
En mi vuelta a la Universidad de Extremadura, yo también hubiera sido suspendido en mi actividad profesoral por seguir un método de evaluación similar al que sigue este profesor asturiano. Al inicio del curso entregaba a mis alumnos una ficha en la que debía introducir sus datos personales, su correo electrónico, su número de teléfono y la nota que pensaban obtener al final de curso, explicando las razones por las que llegarían a esa calificación.
Mis alumnos no tuvieron que romperse las muñecas tomando nota de los apuntes que yo utilizaba para la teoría de mi asignatura. Esos apuntes los recibían puntualmente en su correo. Las horas de clase se destinaban a analizar los apuntes y los textos que les recomendaba para encontrarlos en Internet.
Mis alumnos sabían que la nota se la ganaban cumpliendo con el compromiso que adquirían en su razonamiento inicial. En clase no existían alumnos brillantes y alumnos con capacidades limitadas. Todos podían aspirar a la máxima nota si aceptaban el trato y el compromiso. Era absurdo pretender una competición entre estudiantes. Cuanto más se sentían apoyados más rendían en su asignatura. Se evaluaba el progreso y el compromiso de unos alumnos a los que les demostraba que la sociedad les aportaba más dinero por su matrícula y curso que a los jornaleros del Empleo rural.
No sé de qué medios se habrá valido la Consejería de Educación asturiana para saber las razones que guiaban la conducta evaluadora del profesor sancionado. Parece que no se ve bien que los alumnos de una determinada materia aprueben todos con la nota más alta. Da la sensación de que eso es sancionable e intolerable para algunas autoridades educativas
Alguna vez, esa Consejería y tantas otras de Educación o de Universidades deberían explicar el escándalo y el castigo a profesores que aprueban a todos sus alumnos, y el no castigo y el escándalo de profesores que suspenden a casi todos. En muchos casos, suspenden a casi todos los alumnos que accedieron a la Universidad con la nota de corte más alta. ¿Eso por qué no se sanciona?
Leer «La rebelión del 10» en Diario de Mérida