Pero, si por desgracia, un número inferior o parecido de personas mueren en un accidente, del tipo que sea, la conmoción se apodera del personal, el gobierno o el ayuntamiento correspondiente decreta los pertinentes días de luto y se suspenden todas las actividades que tengan un cierto contenido lúdico o poco transcendente, en memoria de las personas que tuvieron la desgracia de estar allí, en el lugar del drama que enterró sus vidas para siempre.
Así ocurre siempre. Y no es que la muerte de algunos a quienes no conocemos nos afecte menos que la muerte de otros. Es que estamos acostumbrados a soportar bien la muerte individual y por causas naturales y, sin embargo, no aceptamos la muerte colectiva y por causas brutales o insólitas.
Pero…Ahora, hagan el favor de leer estos titulares extraídos de la prensa española de estos últimos meses:
Si en lugar de ser descerebrados los que matan a las mujeres en España fuera Al-Qaeda, se decretaría una alarma general, el Congreso se reuniría con urgencia
De nuevo, la costumbre vuelve a hacer acto de presencia entre nosotros. Han pasado sólo cuatro meses desde que empezó 2015 y ya son 19 las mujeres asesinadas por sus parejas. El año 2014, terminó con 51 mujeres asesinadas por violencia de género y 40 menores huérfanos. Y así, año tras año, sin que esta noticia -“Cada cuatro minutos una mujer denuncia un caso de maltrato en España”- parezca afectarnos más de la cuenta y sin que el Parlamento español y los diecisiete parlamentos autonómicos decidan que habría que hacer algo más de lo que se hace.
Cambiemos ahora los titulares de noticias que transcribí más arriba y supongamos que las cosas hubieran sido de este modo:
“Detenido un miembro de Al-Qaeda como presunto autor del apuñalamiento de una mujer en Tarragona”. “Detenido un terrorista de Al-Qaeda tras intentar estrangular y golpear a una mujer”. “Un miembro del Estado Islámico asesina a cuchilladas en Valencia a una mujer”. “Una mujer fallece en Lérida por arma de fuego a manos de un extremista de la yihad islámica”. “Un terrorista de Al-Qaeda se entrega tras matar a una mujer en Vitoria”. “Cada cuatro minutos una mujer denuncia un caso de amenaza terrorista islamista en España”.
De 2007 a lo que va de 2015, el número de mujeres asesinadas asciende a 567; en 7 años, la violencia machista asesinó el 70 % de lo que hizo ETA
Si en lugar de ser descerebrados los que matan a las mujeres en España fueran los terroristas de Al-Qaeda, se decretaría una alarma general, el Parlamento se reuniría con carácter de urgencia y la conmoción, la turbación, el impacto y el asombro llenarían de miedo y de luto nuestras vidas y nuestros días.
Las comparaciones son odiosas, pero si recordamos que ETA ha asesinado a un total de 829 personas desde que cometiera en 1960 su primer atentado con víctima mortal, observaremos que todos esos repugnantes asesinatos se cometieron en 50 años, mientras que de 2007 a lo que va de 2015, el número de mujeres asesinadas asciende a 567; en 7 años, la violencia machista se llevó y asesinó el 70% de lo que hizo ETA en medio siglo. Hoy se explica que cuando en los años de plomo, el terrorismo etarra mataba a casi 100 personas al año, la situación llegó a ser insoportable en el panorama español. En el año 2010, el terrorismo machista mató a 85 mujeres y se sigue superando la media centena por año sin que la insoportabilidad aparezca por esa razón.