La juez Mercedes Alaya, instructora del caso Mercasevilla que desencadenó la causa de los ERE fraudulentos, ha imputado a Eduardo y Juan Nicolás Báñez, hermanos de la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, y responsables de la constructora Juan de Robles. La magistrada Alaya considera que ambos se concertaron con otros siete constructores para crear un precio “artificial” en el concurso por la venta de suelos de la empresa pública Mercasevilla, y así lograr que el grupo malagueño Sando lo ganara.
Muchos comentarios se han hecho dentro y fuera del PP sobre la imagen que transmite Ricardo Costa. Pero si hay dos que encajan bien con su perfil son aquellos que remiten su parecido al de un “dandi” o “a un personaje de una película de James Bond”. Tiene su lógica. Apasionado por el lujo, Costa ha sumado todos los elementos necesarios a su vida, coches de alta gama, relojes de 20.000 euros, caros trajes hechos a medida, camisas de cuello italiano almidonado… para forjarse una imagen que, unida a su estrecha amistad con Álvaro Pérez, el Bigotes, ha llevado su carrera política a un callejón sin salida.
Era de derechas quien decía que “era apolítico”. Ahora siguen siendo de derechas quienes dicen lo de “todos son iguales”
El Vicepresidente tercero del Gobierno y Ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, abandonó la Junta de Andalucía, tras 19 años al frente de esta autonomía, al poco tiempo de presidir un Consejo de Gobierno que aprobó un incentivo de casi 10,1 millones de euros a una empresa de la que es apoderada su hija, Paula Chaves Iborra. Según expertos jurídicos, esto podría constituir una violación de la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos, aprobada por el Parlamento autonómico andaluz durante la pasada legislatura. La demanda del PP recordaba que no se trata de averiguar desde cuándo tiene conocimiento la administración de la relación entre Matsa y Paula Chaves “sino desde cuándo tiene conocimiento de ello” Manuel Chaves y si “pese a conocer tal extremo no se abstuvo de forma voluntaria de intervenir” del acuerdo del Consejo de Gobierno del 20 de enero de 2009 que ratificó la ayuda.
He sacado estas tres noticias de varios periódicos. La primera corresponde a los hermanos de la actual ministra de Trabajo, Fátima Báñez. La segunda del hermano del que fue ministro de Innovación en el gobierno de José María Aznar, Juan Costas. La tercera del que fue Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. Se repite con excesiva frecuencia que todos los políticos son iguales. Es una frase que refleja a quien la pronuncia. Hace poco tiempo, desde la Transición para acá, se sabía que era de derechas el ciudadano que decía con frecuencia que “él era apolítico”. Ahora esa frase ha desaparecido y siguen siendo de derechas quienes dicen lo de que “todos son iguales”. Es sabido, también, que generalizar es sinónimo de falta de lucidez mental. De igual forma que ni todos los maestros, ni todos los médicos, ni todos los jueces, ni todos los periodistas, ni todos los funcionarios, ni todos los deportistas, ni todas las mujeres, ni todos los hombre son iguales, tampoco todos los que se deciden a dar el paso de canalizar sus anhelos, sus sueños, su ambiciones o sus aspiraciones son iguales. Por eso he puesto esos tres ejemplos. Podía poner muchos más. Cuando los hermanos de la Ministra de Trabajo son llamados a declarar ante una juez, que les imputa un presunto delito, no he visto que el PSOE de Andalucía haya montado la escandalera que se montó cuando se quiso poner en duda, por parte del PP, la honorabilidad de Manuel Chaves a costa de difundir calumnias sobre una de sus hijas que, seguramente dolieron más al padre que todas las ofensas que se le hayan podido realizar a lo largo de su dilatada y decente actividad política y partidaria.
Cuando Ricardo Costas, hermano de un dirigente popular y exministro de un gobierno del PP, fue relacionado, y de qué manera, con la trama Gürtel y con el que recibía el apelativo de “el bigotes”, quien esto firma, tuvo la oportunidad de compartir una tertulia de radio con su hermano Juan Costa y la ocasión de declarar públicamente que una cosa era su hermano y otra la honorabilidad de quien tenía como contertulio cuando estalló el escándalo Camps. Pude decir en los micrófonos de RNE que yo no iba a utilizar a su familia para desprestigiar a quien consideraba, y considero, una persona decente, al estilo de lo que el PP hizo, o trató de hacer, con el que fuera Vicepresidente del Gobierno de España. Alfonso Guerra, cuando trataron de convertirlo en cómplice por los errores que pudo haber cometido uno de sus hermanos. Tampoco recuerdo que en esa ocasión, cuando el asunto de la red Gürtel en la Comunidad valenciana, el PSOE sacara a relucir el nombre del que fue ministro del gobierno de España.
Ni creo que todos los políticos sean iguales ni tampoco creo que lo sean las personas en cuanto a su educación, a su decencia y a su saber estar. Si Fátima Báñez, en lugar de ser ministra por el PP lo fuera por el PSOE, por IU, o procediera de cualquiera de los dos grandes sindicatos españoles, no le arrendaría las ganancias, después de lo de sus hermanos.
Ir al artículo publicado en el diario «El correo de Andalucía»