El Ministerio de Sanidad ha propuesto a los sindicatos médicos la intención de que jefes de servicio y cargos directivos de los hospitales públicos estén obligados a trabajar para la sanidad pública en exclusividad y no puedan compatibilizar sus cargos con la práctica médica en la sanidad privada.

En uno de los borradores de ese Ministerio que se filtró la semana pasada se preveía que, en los primeros cinco años de profesión, los médicos que hayan pasado por el MIR (la residencia de cuatro o cinco años que posibilita que los graduados en Medicina puedan adquirir algún tipo de especialidad) tengan la obligación de ejercer exclusivamente en la Sanidad pública.
Sindicatos, agrupaciones y sociedades médicas han mostrado su absoluto rechazo al documento que pretende aprobar el Ministerio de Sanidad. El asunto es controvertible. Algunas Comunidades Autónomas, caso de la extremeña, mantienen el sistema de incompatibilidad para los jefes de servicio, no por desconfianza, sino por la lógica del sistema. Nadie entendería que un catedrático o profesor titular impartiera una materia por las mañanas en su facultad e impartiera esa misma materia en la academia de enfrente en la que estuviera contratado o fuera de su propiedad. Y como no se entenderían ni se ajusta a la lógica, se comprende que cualquier profesor universitario se vea sometido a ese régimen de incompatibilidad. Si ese sistema rige en la Universidad, resulta comprensible, por razonable, que se implante en la Sanidad.
Nadie se imagina que un comandante de la Guardia Civil preste sus servicios como comandante en su destino oficial y simultáneamente ejerza como jefe se seguridad de cualquier empresa privada.
Y también parece lógico que si el Estado emplea parte de nuestros impuestos para que cualquier graduado en Medicina pueda acudir al sistema sanitario para adquirir una especialidad, que se obligue a ese especialista a ejercer un mínimo de cinco años en la sanidad pública para amortizar mínimamente los gastos que los ciudadanos hemos empleado en su especialización.
La propuesta del Ministerio de Sanidad no atenta contra la libertad individual puesto que si un graduado en Medicina no está dispuesto a someterse a esa incompatibilidad puede elegir su profesión en la medicina privada. Existen profesionales de otras especialidades a los que se les exige ese mismo sistema de prestación de servicios en el sector público. Véase, si no, el caso de los pilotos de las Fuerzas Aéreas españolas, a los que se les exige un mínimo de ochos años de servicio en el Ejercito del Aire y del Espacio antes de poder pasar a prestar sus servicios en compañía aéreas privadas.
En mi opinión, existen dos condiciones para lo expuesto anteriormente: para que un graduado especializado por el sistema MIR deba ejercer cinco años en la sanidad pública, resultará obligatorio que la Sanidad pública le garantice un puesto de trabajo durante ese periodo de tiempo. Y en segundo lugar, parece sensato que a un profesional médico, con una formación de 360 créditos y nivel MECES III (Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior) se le ofrezca un mayor nivel de responsabilidad que a otros sanitarios que han obtenido su titulación con 240 créditos (nivel MECES II). Quien ha tenido que emplear 10 o 11 años en su formación debe contar con un plus respecto a los que emplearon solo 5 años en su formación profesional. En definitiva, los titulados de enfermería tienen todo el derecho a pasar al grupo A de la función pública, puesto que su grado ha evolucionado de 3 a 4 años. La consecuencia de esa lógica sería que los médicos en posesión del MIR adquieran el nivel A+, puesto que su grado y especialización sigue en 10 u 11 años.
GANAR 200.000 DÓLARES EN EL PARAÍSO.
LO QUE NO TIENE LÓGICA es formar médicos y enfermeros con dinero público (dinero de los impuestos) y que se vayan a NORUEGA PORQUE PAGAN MUCHO; pues que se vayan a Noruega y se nacionalicen y que estudien allí y les paguen los estudios con el dinero de los noruegos. ESTO DE QUE SE VAYAN AL EXTRANJERO no tiene lógica; pues si en España no necesitan tantos médicos o enfermeros que no formen a tantos CON DINERO DE LOS IMPUESTOS DE LOS ESPAÑOLES. Yo vengo leyendo u oyendo de que se van al extranjero décadas. PUES DEBERÍAN DEVOLVER EL DINERO QUE SE HA EMPLEADO EN PAGAR SUS ESTUDIOS, si se ha hecho con dinero público; se te queda cara de tonto cuando lees en la prensa «que se van a INGLATERRA u otros países PORQUE GANAN MUCHO MÁS». QUE DEVUELVAN EL DINERO, si ha empleado dinero público en su formación. QUE EN ESPAÑA SE FORMEN LOS MÉDICOS NECESARIOS EN ESPAÑA; seguro que hay maneras de «controlar esta furia de ganar mucho dinero». HACE POCO DÍAS, una semana o dos, vi en CANAL SUR dos dentistas, que se había ido a ESTADOS UNIDOS OF AMERICA, porque «se habían aburrido de ganar tan poco». DECÍAN QUE ALLÍ EN EL PARAÍSO podían ganar 200.000 dólares POR DIOS Y POR LA PATRIA; o
MÁS «dios sabe lo que podían ganar EN EL PARAÍSO». QUE FORMEN MENOS SANITARIOS o que devuelvan lo que se ha empleado en pagar sus estudios.
Según Heallth group , faltan 4000 médicos especialistas en la Sanidad Pública , este dato tenderá a ir a peor por estar produciéndose la jubilación de médicos que ya están cumpliendo los 65 años y no haber reemplazo y lo que es más grave , según me informan buenos amigos médicos de la sanidad pública falta que estos médicos consagrados y maduros en el ejercicio de la medicina pública enseñen a las nuevas generaciones . Muchos de estos médicos en esta edad , prolongarian su edad de jubilación para enseñar a los médicos jóvenes en las distintas especialidades. A mayor abundamiento , se ha producido una disminución de los mir residentes , teniendo en cuenta el largo periodo de formación de un médico en la sanidad pública y las circunstancias expuestas , nos plantea un horizonte complejo al que de una manera u otra habrá de dar respuesta en interés de los ciudadanos .