El presidente republicano, Donald Trump, fue grabado en 2005 en una conversación mantenida con un presentador de televisión. El Washington Post se hizo eco de esa conversación y puso en evidencia la relación de Trump con las mujeres. “Cuando eres una estrella, te dejan hacerles cualquier cosa. Agarrarlas por el coño”.
Según manifestó Shawn Crowley, que fue embajador de los Estados Unidos en los Países Bajos y subjefe de la Misión de los Estados Unidos en Italia, Trump tenía un patrón de comportamiento absolutamente claro: “Lanzarse, besar, agarrar, manosear, no esperar. Cuando eres una celebridad puedes hacer lo que quieras. Y cuando ellas hablen de lo que pasó, atacarlas, humillarlas, llamarlas mentirosas. Llamarlas demasiado feas para agredirlas”.
Donald Trump fue hallado culpable de un caso de violación ocurrido en 1996. Con esos antecedentes, la puritana población estadounidense ha vuelto a elegir a Trump para ejercer la presidencia de su país durante los próximos cuatro años.
Karla Gascón dijo hace unos pocos de años otras cosas tan censurables como las de Trump, pero menos agresivas que las del norteamericano. Los “putos moros”, ni Cataluña (con el “pelanas” de Puigdemont), ni Barbie y su “gilipollez” de promoción, ni el “drogata” George Floyd, ni el islam, ni la Iglesia, ni Miley Cyrus ni Adele, ni incluso Selena Gomez, “una rata rica que se hace la pobre desgraciada”, resultan ofensivos pero no al nivel de los comentarios del magnate norteamericano.
Seguramente no llegue a conseguir el ansiado Oscar. Y, tal vez, se le niegue el derecho a equivocarse y, lo que es peor, su gesto de disculparse por semejantes declaraciones.
Pareciera que la señora Gascón tiene la obligación de comportarse correctamente en cualquier opinión que emita. Da la sensación de que se le está transmitiendo el mensaje siguiente: “Los marginados no pueden marginar: Solo pueden marginar los que no marginaron”. La Gascón, que fue marginada, está obligada a respetar cualquier minoría que se salga del esquema hasta ahora considerado correcto. Tú, que has sido marginada, perseguida o insultada, no tienes derecho a marginar, perseguir o insultar a nadie.
La persona humillada no puede humillar. La marginada, no puede marginar. La insultada no puede insultar. Todo eso hay que dejarlo para los hombres. Gascón es una mujer y, por lo tanto, tiene que pasar de mujer humillada a mujer modelo.
Trump ha vuelto a ser elegido presidente de los Estados Unidos. No olvidemos que Trump es un hombre. Gascón ha sido borrada de los Goyas y, seguramente, de los Oscar. Gascón es una mujer.
Lo de Trump , ni comentar , es un ser con importante contenido toxico y quizá no ande muy bien de neuronas . Lo de la actriz Karla Gascón no solo se ha limitado a cambiar de sexo sino también cambia la gramática al autodenominarse Karla con K y no Carla con C . Lo de los moros llamándoles » putos moros» , además de ser una falta de respeto , es una pretensión de generalizar tal adjetivo calificativo a todo aquel que sea moro, con lo que además de inexacto, es injusto ,(habrá algunos putos moros , como asiáticos , como europeos ,blancos , negros y amarillos ) . En cuanto a llamar pelanas a Puigdemont en una red social , no siendo lo mas apropiado , no parece un insulto escandaloso con lo que se oye y lee a diario. Entiendo que la clave es constatar si es buena actriz o no y si es merecedora por su actuación de algún premio o galardón , circunstancia está que tendré que estar a la espera del jurado que decida, ya que yo desde luego no me siento capaz de ver una película de esta señora o señorita . No por ello pretendo desmerecer su valía profesional como actriz , de momento con la edad simplemente me he vuelto muy vago. Pero sería útil y conveniente que está sociedad en la que vinimos hagamos un esfuerzo para ser más respetuosos y tolerantes con el prójimo .y no nos constituyamos en jueves supremos que a lo Julio César decidamos el destino de los demás con el dedo .