Muertos de risa

Lo que se habrán reído de nosotros los miembros del Tribunal Constitucional cuando, guiados por el Gobierno y por el PSOE, defendíamos la inconstitucionalidad de la amnistía. ¡¡¡Pobres ignorantes!!! Seguro que comentaban entre ellos lo fácil que resultaba engañar a los incautos que, como yo, nos creímos lo que nos contaban y repetíamos como muñecos del ventrílocuo la doctrina partidista y gubernamental.

Juan Carlos Campo, cuando era ministro (foto: Moncloa)

¿Por qué nos engañó el entonces ministro de Justicia? ¿Por qué no sale a la palestra y nos cuenta las razones que lo animaron a mentirnos cuando nos convenció de la inconstitucionalidad de la medida?

Qué desilusión tenemos los demócratas que confiamos en quien era experto en Derecho Constitucional y Ministro de Justicia. Leemos que se ha quitado de en medio quien nos convenció de lo contrario a lo que ahora se afirma. Si no era un mentiroso, era un ignorante en Derecho Constitucional.

¿Por qué el que fue Ministro de Justicia y hoy es miembro del TC no nos da argumentos para así poder defendernos de aquellos que acusan de mentirosos a quienes los convencimos en actos públicos y en conversaciones privadas de algo que ahora se nos dice que no era como lo contamos?

Me siento culpable de haber defendido con rotundidad que la amnistía no entraba en nuestro texto constitucional. En mi descargo alego que me dejé llevar por quienes ayer sabían lo que hoy niegan.

Ministro, ministro, ¿por qué nos has abandonado?

2 comentarios en “Muertos de risa”

  1. Carlos Balbás Arenaza

    El razonamiento jurídico de que la Amnistia cabe en la Constitución porque no está prohibida , es argumento bochornoso para cualquier jurista que se precie de serlo . Abre un peligroso abanico de interpretaciones , alejándose del principio fundamental de la claridad y racionalidad que debe ser la Ley , es decir , a partir de ahora debe entenderse que todo lo que no está previsto y prohibido en la Constitución es admisible ? , peligroso debate es este que conduce a una inseguridad jurídica . Me resulta difícil entender , que estando expresamente prohibido por la Constitución los Insultos generales , sea admisible una Amnistía como la que se plantea ahora , atendiendo a unas obligaciones políticas impuestas por los llamados a ser agraciados por la Ley a aprobar como es de demonio público .

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