Carles Puigdemont

Tirando con todo

Urna referéndum 1O en Cataluña

Recientemente, Manuel Cancio Meliá, catedrático de Derecho Penal en la Universidad Autónoma de Madrid y vocal permanente de la Comisión General de Codificación, escribió un artículo en un diario de tirada nacional referente al balance jurídico y político de la ley de amnistía. Su artículo concluía con la siguiente pregunta: “Pero ¿había que tirar de todo de lo que se tiró? Sin culpabilizar a nadie concretamente: la reacción del Estado, usando la fuerza y recurriendo a los instrumentos más pesados del Código Penal, fue un error. Reconozcámoslo y sigamos con nuestra vida”.

Que hable el de El Salvador

Son tan diversas las interpretaciones sobre la delegación de competencias en materia de emigración a Junts que además de explicaciones se necesitan buenas razones.

Resultaría extraño que un partido que no gobierna en una Comunidad Autónoma reclamara al Gobierno central que delegara alguna de sus exclusivas competencias al gobierno autonómico de esa comunidad. Y digo que resultaría extraño si no fuera porque ya hemos visto ese fenómeno en otras negociaciones como las de Junts con el Gobierno de España.

¡De eso nada, monada!

Todavía se está a la espera de que se nos ofrezca una explicación que pueda ser entendida en toda su dimensión sobre la proposición de ley de amnistía. Sobran los argumentos peregrinos que no se los creen ni quienes los formulan. Sobran las adjetivaciones contra aquellos que no comparten semejante medida. Cuando no se tienen argumentos solventes, se acude a la descalificación. Cuando alguien llama facha a quienes se oponen a la amnistía, están calificándose a sí mismos. Quienes estamos en contra somos tan fachas como los que hace apenas tres meses decían lo mismo que decimos los que no somos partidarios de la amnistía. “Soy tan facha como lo eras tú antes del 23J” es la respuesta que merecen quienes en lugar de pedir disculpas por predicar lo contrario de lo que predicaban, se dedican a insinuar oscuros intereses de quienes no comulgamos con la medida. Alguna vez habrá que preguntar seriamente sobre quiénes fueron los que han traído a la extrema derecha a la política nacional, regional y local.

No comparen, por favor

No comparen, por favor / Rosell

Hemos pasado de los de la “vieja guardia” a los “históricos” del PSOE. Tal vez lo de “guardia” podría conferir una cierta autoridad in vigilando que nos posibilitaba censurar determinados comportamientos en el seno del PSOE. Ahora somos “los históricos”. Ese calificativo ya no confiere autoridad sino alejamiento de la realidad actual. Nuestras opiniones sobre el socialismo son tomadas como antiguallas alejadas del mundo moderno. Lo de “histórico” no tiene mucho que ver con la edad sino con la experiencia. Los hay dentro del Partido Socialista con edades similares a las que tenemos muchos de los “históricos”, que no gozan de esa cualificación. Sencillamente no estuvieron cuando había que estar. Estaban en otros menesteres.

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