abril 2018

No todo va a salir redondo

No todo va a salir redondo

No todo va a salir redondoLa prensa del pasado 7 de septiembre nos obsequiaba con la noticia del fichaje del  consultor político, Iván Redondo, por la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE. Yo, como cientos de militantes socialistas exclamamos cuando se nos comunicó la buena nueva: “¡No me lo creo!” Y razones de sobra teníamos para el escepticismo.

El cristal con el que se mira

El cristal con el que se mira / rosell
El cristal con el que se mira / rosell

Con ocasión de un partido de fútbol en Bilbao, los exaltados forofos bilbaínos y los violentos seguidores del club ruso, Spartak de Moscú, mantuvieron a la finalización del partido que enfrentó a ambos equipos una batalla campal en los aledaños del estadio del equipo vasco. Como ocurre en estos casos, las autoridades responsables de la seguridad ciudadana descuidaron la prevención para centrase en la represión. Los medios de comunicación advirtieron con anterioridad al encuentro sobre la violencia con la que se prodigaban los rusos, que llegaron en avión desde la capital moscovita, no para animar a su equipo, sino para destrozar todo lo que se encontraran a su paso antes y después del partido. Pues a pesar de esa advertencia, los ultras aterrizaron en Bilbao sin que se les prohibiera la entrada por sus antecedentes criminales.

A la larga, el galgo a la liebre mata

Partidarios de Abdelfatá al Sisi celebran su reelección el pasado 2 de abril.

A la larga, el galgo a la liebre mata (refrán español). Hagamos un breve repaso de lo que fue la llamada primavera árabe. Ni Túnez, ni Libia, ni Yemen, ni Siria, ni Jordania, ni Bahrein han encontrado el camino hacia la libertad, la democracia o el laicismo que propugnaban quienes se jugaron la vida en aquellos meses de la primavera de 2011. No sería excesivamente radical afirmar que en esos países mandan los de siempre y matan los que siempre mataron.

Si los jueces alemanes supieran

Si los magistrados germanos fueran testigos de lo que ocurre en España, se darían cuenta de que la violencia que ejercen los separatistas catalanes está doblegando la voluntad de quienes antes sostenían una posición diferente.

Enrique Flores
Enrique Flores

Me resulta difícilmente comprensible la adjetivación de cualquier sustantivo, cuando a este se le añade la palabra político o política. ¿Qué añade a conciencia, vergüenza, valentía, presupuestos, coraje, salida… la adjetivación de política o político? Si acaso, se pretende reducir esos conceptos al ámbito de los políticos en ejercicio, se está cometiendo un reduccionismo incomprensible. O es que acaso alguien piensa que quienes se dedican a la política son poseedores de una conciencia, vergüenza, valentía o coraje distintos a los que posee el común de los ciudadanos. En las demás actividades de la vida —y la política es una de ellas— no se habla de esas virtudes adjetivándolas, ni de presupuestos caseros, médicos, escolares, universitarios o futbolísticos. Nadie dice que los presupuestos del Real Madrid o los del Barça son futbolísticos. ¿Por qué, entonces, se añade a los presupuestos de cualquier Gobierno el adjetivo “político”?

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