Ana y los siete
En ocasiones hay quienes apuestan por abrir o cerrar las listas electorales para que el elector tache a quien no le guste o cambie el orden de los candidatos elegibles. La propuesta pierde virtualidad cuando el número de candidatos excede de largo la capacidad de los votantes para tener un conocimiento cabal de los mismos. Pero de lo que no cabe la menor duda es del nivel de conocimiento de los que encabezan las listas de los partidos o coaliciones. Un porcentaje de más del 90% conoce el nombre de los cabezas de listas cuando se abre cualquier tipo de proceso electoral. …