La pérfida y finiquitada Castilla

Fortalecer la vecindad con quien estaba ahí, pero que hace unos años aparecía tan lejos, es uno de los logros de los que más satisfecho debemos sentirnos los demócratas portugueses y españoles. Disponemos del mejor ambiente para enterrar fantasmas históricos, para anular prejuicios, para no dejar correr imágenes distorsionadas de uno y otro lado, para conocernos de verdad, para proponer planes estratégicos conjuntos. Hemos superado las consignas de fraternidad meramente retóricas del pasado y estamos explorando todas las potencialidades de una cooperación leal y fructífera. Por eso ha herido tanto que la Asamblea Municipal de Lisboa aprobara una moción de condena a la “deriva autoritaria” del Gobierno español en Cataluña en la que reclama una “solución política” que incluya la liberación de los presos del procés. La moción se votó el 26 de noviembre pasado, a propuesta del Partido Comunista, y fue aprobada gracias al apoyo del Parido Socialista, del Bloque de Izquierda, los comunistas y los tres partidos ecologistas, además de siete independientes.