socialismo

¿Debemos pedir perdón?

Son muchas las campañas electorales en las que he participado desde las primeras elecciones generales de 1977. Lo he hecho cuando gobernaban Adolfo Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Con siete presidentes de Gobierno y en las elecciones autonómicas, desde 1983, hasta las últimas de 2023, en Extremadura y en casi todas las comunidades autonómas, y en las elecciones municipales, desde 1979. Calculo que habrán sido más de setenta campañas electorales. En la única ocasión que me sentí incómodo fue en la de 1982. Tenía la sensación de que tal vez no les estaba diciendo toda la verdad a los asistentes a los mítines en lo relacionado con la opción socialista respecto a la presencia de España en la OTAN.

La farola apagada

Pasó el 28 de octubre de este año de 2023. Ese día se cumplieron cuarenta y un años de la impresionante victoria del PSOE en las elecciones generales de 1982. Doscientos dos diputados resultaron elegidos por la ciudadanía en las distintas provincias españolas. Cuando el método de recuento de papeletas no era tan sofisticado como lo es actualmente, el entonces Ministro del Interior, encargado de anunciar el resultado de esas elecciones, atribuyó a eso de las dos o tres de la madrugada la cifra de 201 diputados para el PSOE. El responsable de la campaña electoral socialista y dirigente del PSOE, Alfonso Guerra, compareció inmediatamente para afirmar que el resultado era el que él había comunicado (202 diputados). “Mañana aparecerá el que falta” afirmó rotundo. Y, efectivamente, al día siguiente el Ministerio del Interior tuvo que rectificar sus datos y aceptar los de Guerra.

Aislar a los extremos

Ione Belarra y Pablo Iglesias. Europa Press

Siempre se podrá discrepar de lo que digo a continuación. En mi opinión, lo más transcendente que hemos hecho los españoles en estos últimos cincuenta años fue el proceso de pasar de una dictadura de casi cuatro décadas a una democracia que ya dura algo más que el funesto régimen franquista.

Si no son socialistas ¿qué son?

Ya nos equivocamos en 1977 cuando la ley de amnistía sacó de la cárcel a todos los etarras y miembros del Grapo que creímos antifranquistas

Manifestación Abertzale en Bilbao impulsada por Bildu. EP

Oigo en algunas ocasiones –la última al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,- hablar de una izquierda no socialista. Ser no socialista no es una definición. Yo no soy hombre porque no sea una mujer ni soy blanco porque no soy negro. Cuando en el debate político se niega la condición de socialista a algunas izquierdas cabe preguntarse: ¿Si la izquierda no es socialista, qué es? Ya no mola ser comunista, ni marxista, ni leninista, ni eurocomunista, ni maoísta, ni anarquista. Si no son socialistas y no son comunistas, marxistas, leninistas, eurocomunistas, maoístas, anarquistas, bolivarianos, castristas, chavistas, entonces, ¿qué son?

Scroll al inicio