Impuestos

Mi idea de España

Estoy en contra de la capacidad normativa en impuestos básicos y esenciales del Estado

Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo.

Cual rio Guadiana, el debate sobre el Estado autonómico y el reparto competencial asoma o se esconde al paso de los años. En este de 2022, el presidente de la Junta de Andalucía lo ha sacado a la luz con su decisión de subvencionar al 100% el impuesto de patrimonio. Su argumento no ha podido ser más peregrino y más antipatriota. ¿Qué clase de patriotismo es aquel que   bajo el señuelo de  pagar menos, perjudicar a los trabajadores y al desarrollo de un territorio español? El presidente andaluz no tendrá nada que decir si un puñado de empresarios instalados en Andalucía decide levantar sus inversiones en esa Comunidad para marcharse a un paraíso fiscal donde no pagará nada o casi nada por sus bienes y patrimonio.

¿Qué pensará Echenique?

Las mismas teorías que se escuchan ahora respecto a los impuestos a la banca y a las energéticas anunciados por Pedro Sánchez son las que se escucharon en Extremadura

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique – EUROPA PRESS

Qué fácil es hacerse de izquierdas en España. Se anuncia un impuesto a la banca y otro a las energéticas y te conviertes en un izquierdista.

Eso sí, con algo de retraso. Hace 20 años que la Junta de Extremadura, gobernada por el PSOE, ya creó ambos impuestos junto al que se impuso a los solares sin edificar y a los cotos de caza. Antes de que los impuestos anunciados por Pedro Sánchez -a bancos y energéticas- se le “ocurrieran” a Pablo Echenique, unos socialistas en la periférica Extremadura hicieron uso de su capacidad normativa e implantaron esos impuestos que fueron votados negativamente por el Grupo parlamentario del PP y por Izquierda Unida que, entonces creyeron que esas medidas no se correspondían con el ideario de la izquierda auténtica, que era la que ellos representaban pero que jamás consiguieron que el electorado extremeño se lo comprara.

Recaudar de donde se debe

El pasado día 25 de junio el Consejo de Ministros del Gobierno de España aprobó un decreto anticrisis que algún medio calificó como «tiritas para la hemorragia, gasolina contra el fuego». Como el decreto tendrá que ser convalidado en el Congreso de los Diputados, sabremos entonces si estamos ante algo importante para quienes se van a beneficiar de las medidas que en el mismo se contemplan.

Las dos caras de Madrid

Si no existiera esa parte de Madrid, innovadora, viva y dinámica, sería imposible que estuviera avanzando a la velocidad que lo está haciendo

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Europa Press
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Europa Press

La Comunidad de Madrid ha venido siendo noticia desde que Isabel Díaz Ayuso ganó las elecciones autonómicas con una ventaja sobre sus rivales que casi nadie esperaba. La gestión de la pandemia en los primeros meses en las residencias de acogida de ancianos hicieron creer a la mayoría que Ayuso no podría llegar a unas elecciones y ganarlas arrastrando el pesado fardo de haber dejado en sus habitaciones a enfermos contagiados para que murieran en las residencias sin ocupar plazas en los hospitales de la comunidad.

IMPUESTOS PROPIOS

Primero fue el impuesto bancario y ahora ha sido el impuesto sobre iniciativas industriales contra el medio ambiente. En ambos casos, los que tienen una idea equivocada del Estado que diseñó la Constitución se llevaron las manos a la cabeza utilizando el manido discurso de los riesgos que para la región extremeña y para sus habitantes significaban ambos tributos. Desde el “de aquí se irán todas las sucursales bancarias” hasta el “al final lo acabarán pagando los ciudadanos” lo que se trataba de evitar era perjudicar en lo que el difunto Forges consideraba un porcentaje pequeñísimo de las ganancias de las eléctricas y la banca. “Ibarra arruina a las eléctricas cobrándole un 0,00000000000001% de sus beneficios” decía un chiste del malogrado humorista publicado en El País en 2006. En ambos casos, tuvo que ser el Tribunal Constitucional el que dio la razón a la Junta de Extremadura una vez que tuvo que resolver los recursos presentados por quienes tenían que pagar esos impuestos y no querían pagarlo (lo cual entra dentro de la lógica del pagador) y por quienes desde posiciones partidarias defendían que no los pagaran (lo cual entra dentro de la torpeza política y de la falta de ambición por la igualdad).

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